Los trotamundos de corazón ahora tienen dos razones más para mantenerse fieles a la firma, pues las nuevas versiones del Oyster Perpetual Sky-Dweller les permitirán ubicarse en cualquier parte del mundo. Por primera vez, están fabricados con un brazalete Jubilee en oro de 18 quilates: uno en oro Everose con carátula pizarra, y el otro en oro amarillo con carátula blanco intenso.
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Los detalles de Rolex Oyster Perpetual Sky-Dweller
El ya legendario brazalete de cinco eslabones, creado originalmente en 1945, cuenta con todas las características a las que Rolex nos ha acostumbrado, como su cierre Oysterclasp y el eslabón Easylink que lo hacen fácil y cómodo de portar, permitiendo ajustar la longitud del brazalete unos 5 milímetros. Esto, además, sin olvidar las inserciones de cerámica –también exclusivas de la marca– que abonan a su durabilidad, comodidad y lo mantienen flexible.
Medir el tiempo con precisión es una cualidad incuestionable de Rolex, y en esta versión se reafirma contundentemente. Fiel a su vocación viajera, es posible leer la hora en dos husos horarios a la vez. La hora de referencia está dada gracias a un disco descentrado y en formato de 24 horas, mientras que la hora local se exhibe en las manecillas centrales.
Por su parte, la fecha se muestra gracias a su calendario Saros que puede distinguir los meses de 30 y 31 días de forma automática y despliega los meses a través de 12 aberturas en la carátula mostrando en rojo el mes en curso. Las funciones Sky-Dweller se pueden ajustar una a la vez gracias a la interconexión entre el bisel giratorio, la corona y el movimiento, sistema patentado conocido como Ring Command.
Resistencia y versatilidad
Como es costumbre en los Sky-Dweller, presentan la tradicional caja Oyster, impenetrable, robusta y sofisticada. Soporta una profundidad de hasta 100 metros y, en estas nuevas versiones, surge de un bloque macizo de oro amarillo o Everose de 18 quilates.
Cuenta con un fondo que se fija con una herramienta que garantiza que solo los relojeros de la firma puedan tener acceso al movimiento. La corona de cuerda Twinlock está igualmente atornillada a la caja, y tiene doble sistema hermético. El movimiento está resguardado tras un cristal antirreflejos resistente a golpes y arañazos, que ostenta la lente Cyclops ubicada a las 3 h, que resalta la fecha y la hace de muy fácil lectura.
Un movimiento de tenacidad perpetua
El calibre 9002 que impulsa el Sky-Dweller cuenta con Chronergy, un escape fabricado en níquel-fósforo que combina un alto rendimiento energético con una resistencia a los campos magnéticos de alta intensidad. Además, este calibre incorpora un sistema de cuerda automática que cuenta con una reserva de marcha de 72 horas gracias a su rotor Perpetual.
La espiral Parachrom azul, que ofrece estabilidad y resistencia a los golpes, junto con los amortiguadores Paraflex que sostienen el oscilador, son parte de la tecnología de vanguardia propia de Rolex.
Todas las características anteriores hacen del Oyster Perpetual Sky-Dweller un digno poseedor de la certificación de Cronómetro Superlativo, representado por el sello verde, una designación que certifica que, al ser avaladas por el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC), cada pieza ha pasado por una seria de pruebas creadas por Rolex que garantizan un performance que cumple con los criterios más exigentes de la marca.
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