Detrás de la concepción de Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor, está un claro objetivo: la creación de un reloj donde la caja y el movimiento sean uno solo. Al construir una caja que mezcla acero y zafiro en un experimento de altísima dificultad técnica, se obtuvo una pieza simplemente fantástica.
Siguiendo a la primera iteración de la marca lanzada en 2014, esta nueva versión, disponible en Peyrelongue Chronos, remarca la atención al detalle, así como su identidad de constante innovación en ingeniería como en estética.
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Fusión entre caja y movimiento
En primer lugar, Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor preserva la clásica silueta cuadrada de la marca. Observamos al interior el calibre BR-CAL.380 desarrollado íntegramente por la Manufactura.
El usuario notará que está engastado entre dos placas de zafiro, unidos por los lados por una estrecha tira de acero.
Al estar fabricado en una sola pieza, esto permite a la marca ofrecer visibilidad total e ininterrumpida. Esto se hizo para destacar la pureza de diseño y la brutal complejidad del movimiento de cuerda automática.
Con funciones de horas y minutos, adapta un tourbillon volante que compensa los efectos de la gravedad en su precisión.
Simpleza de edición limitada
Las dimensiones de Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor son de 42.5 mm de diámetro. Esto se complementa con el calibre extraplano con un micro-rotor que tan solo acumula 4.05 mm de grosor. De esta manera, además de ser transparente, también es muy cómodo en la muñeca.
Ante una pieza de semejante complejidad técnica que supera los límites de la creatividad, Bell & Ross lo ha catalogado como una pieza excepcional. Por lo tanto, está limitada a solamente 99 ejemplares, disponible con una correa de piel de aligátor en color gris.
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