Jaeger-LeCoultre, el relojero de los relojeros, nos demuestra constantemente no solo su destreza mecánica, sino también su pasión por el arte. El Reverso Tribute Enamel Hokusai Amida Falls es el ejemplo perfecto de su compromiso con la creación de relojes que trascienden su función y se vuelven piezas dignas de estar en un museo. Aunque es una edición limitada a 10 ejemplares que solo estará disponible inicialmente para el mercado japonés, vale mucho la pena conocerla mejor.
Homenaje a Katsushika Hokusai
El Reverso Tribute Enamel Hokusai Amida Falls es un homenaje al trabajo del maestro japonés del siglo XIX, Katsushika Hokusai. Se trata de uno de los pocos artistas nipones en elevar la práctica antigua de la xilografía. Muchos historiadores consideran su serie Cascadas, que terminó cuando tenía más de 70 años, como uno de los mejores paisajes jamás creados. En La cascada de Amida, Hokusai refleja su fascinación por el poder de las cascadas y las formas terrestres monumentales, que empequeñecen a las figuras humanas que disfrutan un picnic en las cercanías.
La cercana relación entre el continente asiático y Europa en cuestiones culturales han creado una visión artística completamente única. Por ello, qué mejor manera de representar el exquisito trabajo de Hokusai que en el emblemático Reverso de Jaeger-LeCoultre. Se preserva la sencillez y elegancia de una pieza clave de la Manufactura y de la relojería en general, y, además, se presenta a la perfección un tributo a uno de los artistas japoneses más importantes de la historia.
La primera carátula
Para entender el Reverso Tribute Enamel Hokusai Amida Falls, es necesario conocer sus dos carátulas. En primera instancia, destaca el rostro en verde intenso con manecillas estilo Dauphine. Esta carátula está decorada con un motivo guilloché en forma de rombo, cuya textura se ve realzada por un esmalte Grand Feu translúcido.
Cada una de las 60 líneas que componen este motivo requiere tres pasadas del torno exactamente en el mismo ángulo, lo que supone un total de 600 pasadas para una sola carátula. Este proceso requiere de unas cuatro horas de trabajo a máxima concentración, seguido por la aplicación de al menos seis capas de esmalte translúcido. Una vez completado el esmaltado, el reto final es la incorporación de los índices, por lo que es necesario efectuar pequeñas perforaciones que deben quedar perfectas para no dañar la esfera.
Un reverso increíble
Si la carátula frontal del Reverso Hokusai Amida Falls requirió de un proceso complejo, la que descubrimos al darle vuelta a la caja solo podría describirse como pieza de museo. Para capturar la esencia de la imagen original de Hokusai, Jaeger-LeCoultre reprodujo fielmente cada detalle de la pintura original La cascada de Amida en una superficie de tan sólo tres centímetros cuadrados. Esto representa poco más de una décima parte del tamaño original.
Para lograrlo, los esmaltadores tuvieron que desarrollar una técnica especial para reproducir el efecto bokashi de sutiles colores matizados y graduados de las obras originalmente impresas en papel. Este proceso implica un total de 70 horas de trabajo durante muchas semanas, incluidas 12 a 15 cocciones por separado a 800 grados Celsius.
Es decir, este reloj es un testigo del arte y la habilidad excepcional de los artesanos en el taller Métiers Rares de la marca suiza. Con esta pieza se completa una trilogía de relojes Reverso Tribute Enamel que rinden homenaje a Hokusai. La técnica de pintura en miniatura queda claro que solamente debe ser reservada a los mejores casas relojeras del mundo, tal como lo es Jaeger-LeCoultre.
Ficha técnica Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Enamel Hokusai Amida Falls
- Caja: 45 mm de oro blanco
- Movimiento: mecánico manual
- Calibre: 822/2 de manufactura
- Reserva de marcha: 42 horas
- Funciones: horas y minutos
- Carátula: verde intenso con rombo guilloché y esmalte Grand Feu translúcido. Fondo de caja con enamel tributo a Hokusai y su obra “Amida Falls”
- Correa: piel de aligátor negra
- Hermeticidad: 30 metros
- Edición limitada a 10 ejemplares