Caminar en el universo del artista Laurent Grasso se asemeja a volar en los sueños; flotar entre luces, estrellas y espacios arquitectónicos que fácilmente podrían ser nuestra definición del paraíso. Si bien el misterio de la vida se hace presente implícitamente en cada obra, también la calidez por parte de elementos luminosos.
Una perfecta correspondencia entre minimalismo, naturaleza y arte, nos sumerge en un espacio atemporal; literalmente, suspendidos en el tiempo. Y es allí donde la nueva creación de Bvlgari muestra una visión subjetiva, metafísica y surrealista del tiempo, bajo la extraordinaria visión de Fabrizio Buonamassa y, por supuesto, Laurent Grasso.
¿Qué motiva a Laurent Grasso? Este artista francés, nacido en 1972, explora lo paranormal, los fenómenos naturales e incluso la ciencia, en especial la energía electromagnética, en conjunto con el arte, la escultura, la pintura, el dibujo , el cine y la historia del arte.
Presente en un sinfín de prestigiosos museos y exposiciones a nivel mundial, ahora su universo llega al lugar más fascinante de todos: a un reloj de pulsera, y, como es de imaginarse, tenía que ser en el ultraplano Octo Finissimo de Bvlgari, un reloj ligero y minimalista que pareciera nació bajo los enigmas visuales que plantea Grasso.
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Con una técnica impecable por dentro –un movimiento mecánico de carga automática ultrafino de manufactura–, y características atractivas por fuera –una caja y brazalete en titanio con revestimiento PVD azul–, el Octo Finissimo Laurent Grasso Special Edition, limitado a 200 ejemplares, es más que una obra de arte: es tu escaparate místico, el momento para visualizar el paso del tiempo a tu ritmo.
Uno de los elementos protagonistas de la pieza es la formación de nubes en la carátula, la cual, casi literalmente, se exhibe como lienzo de una pintura. Las nubes son una representación recurrente en la obra de Grasso, las cuales resguardan múltiples significados que encajan a la perfección en este guardatiempos, en donde destaca por su sublime iridiscencia. Esto se logra a través de una carátula de latón con una serigrafía de 7 pasadas con pigmentos metálicos, y manecillas en latón con PVD azul.
Para no desconectar ningún elemento de este sueño, el fondo de la caja también luce la nube de Grasso, junto con su firma. Con una frecuencia de 3 Hz, 60 horas de reserva de marcha y un microrrotor en platino, el calibre ultraplano BVL 138 (con solo 2.23 mm de grosor) ha sido decorado a mano con Côtes de Genève con terminación perlada y achaflanada. Finalmente, este reloj, con 30 metros de hermeticidad, se complementa con un brazalete con revestimiento PVD azul.
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El sonido se apodera de los Octo Chiming de Bvlgari
