Estamos viviendo la edición 2022 del Tour de France, el mayor evento ciclista anual del mundo, en el que casi 200 ciclistas compiten a lo largo de 3000 km. Es una de las competencias más demandantes en el planeta, una carrera en la que cada milésima de segundo cuenta, por lo que la precisión es imprescindible.
Para garantizar esta precisión Tissot es fundamental ya que la marca es el cronometrador oficial del Tour de France, una historia que comenzó a finales de la década de los ochenta.
Tissot y su relación con el ciclismo
Pero vayamos un poco atrás en esta historia, el ciclismo está en el ADN de Tissot, la marca cronometró el Tour de 1988 a 1992, y en 1995 se unió a la Unión Ciclista Internacional para convertirse en cronometradora oficial de los Campeonatos del Mundo de Ciclismo en Carretera, Pista, Bicicleta de Montaña y BMX. Tissot, que también cronometra las otras Grandes Vueltas, el Giro de Italia y La Vuelta a España, restableció su relación con el Tour de Francia en 2016.
Una verdadera celebración
“El tiempo lo es todo”, dice Primož Roglič, tres veces ganador de la Vuelta a España, campeón olímpico y subcampeón del Tour de Francia 2020. Ese espíritu que impulsa al deportista de alto rendimiento es el que lo ubica como embajador de Tissot y el que ha inspirado la nueva serie T-Race Cycling de la firma.
El mayor evento ciclista anual del mundo inspira sentimientos intensos en corredores y espectadores. En una carrera en la que cada milésima de segundo cuenta, la precisión es imprescindible. No se pueden cometer errores.
El Tour de Francia es un viaje lleno de emociones, desde el dolor grabado en los rostros de los ciclistas mientras luchan en las montañas, hasta la emoción de ponerse el maillot amarillo de líder.
El estilo de la serie T-Race Cycling de Tissot
La edición de 2022 de los relojes T-Race Cycling de Tissot combinan un aspecto y un diseño más clásico que el de sus predecesores, aunque siguen inspirándose en este deporte.
Los detalles en estas piezas son importantes, por ejemplo, los pulsadores se hacen eco de las manetas de freno, mientras que las agujas se inspiran en los radios. Las asas se han diseñado en un guiño a la ligereza de los cuadros de las bicicletas de carreras, mientras que la corona y el fondo de la caja recuerdan al casete, y el anillo central de la caja del reloj es de carbono.
Para darles un toque aún más deportivo el brazalete de caucho muestra un diseño perforado que refleja los puños del manillar de las bicicletas profesionales.
Los logotipos de las carreras están grabados en el fondo de la caja y los colores de cada evento (amarillo para el Tour de Francia, rosa para el Giro, rojo para La Vuelta) se retoman en los segunderos y las coronas.
Cuando el Tour de este año se acerque a los Campos Elíseos a finales de julio, aficionados de todo el mundo compartirán su emoción e inspiración.