¿Un reloj para toda la vida? O mejor aún, ¿un reloj para ser heredado a una segunda o tercera generación? Los amantes de la relojería saben que un buen reloj puede adquirir un valor familiar como pocos objetos lo hacen.
La vida útil de un reloj es mejor que cualquier otro objeto mecánico, por ejemplo, un automóvil, debido a que sufre menor desgaste y, si lo tiene, puede ser reparado. Pero, si tu intención es conservarlo y que funcione, debes evitar los relojes de baja calidad.
Por otro lado, debes preguntar por las garantías específicas del reloj. Algunas ofrecen 5 u 8 años y, algunas otras, hasta 70 años. Finalmente, al ser una máquina de precisión, debes conocer todo lo que puede afectarlo, como la gravedad, los campos magnéticos, las caídas, el deterioro de los aceites inherente al paso del tiempo, el polvo, los químicos, la arena, la exposición al sol, la humedad y demás agentes externos.
Lee también: Red watches, 10 relojes que te harán hervir la sangre
¿Qué pasa si lo mantienes guardado, sin usar?
Aunque lo ideal es que se mantenga funcionando, el desgaste de sus piezas, la viscosidad de los aceites y los empaques no son eternos. Si bien un reloj con menor uso podría requerir intervalos menos frecuentes de mantenimiento, lo recomendable es llevar tu reloj a servicio cada 12 o 18 meses.
Si es reloj mecánico, cuerda manual o automática, deberá recibir cambio de aceites, limpieza, desmagnetización y otros ajustes cada 2 o 3 años, mientras que a un reloj de cuarzo se le deberá cambiar la batería cada 2 a 5 años. Evidentemente, cada pieza tiene sus especificaciones, dependiendo del modelo o la calidad de la pila.
Lee también: Todo lo que debes saber de las carátulas de los relojes
Actualmente, algunos componentes se fabrican con materiales innovadores que pueden extender la necesidad de servicio de tu reloj, como el silicio, el níquel fósforo e incluso si cuenta con el célebre escape co-axial ideado por George Daniels.
Por último, si deseas conservar tu reloj por mucho tiempo, deberás acudir a un relojero certificado que trabaje bajo estándares de calidad y fabricación autorizados por la marca.
Para cerrar, citamos una célebre frase de Patek Philippe: “You never actually own a Patek Philippe. You merely look after it for the next generation”. “En realidad, nunca tienes un Patek Philippe. Simplemente lo cuidas para la próxima generación”.
Continúa con:
Elegancia y tradición relojera: la historia de Longines
Escucha nuestro podcast: