Superlative Chronometer es más que una garantía o sello de certificación. Es el criterio de llegar más allá de los límites de la calidad, de hacer lo imposible, posible y alcanzar la perfección. Con sus orígenes en 1914, hace cinco años la firma ginebrina aumentó los alcances del Superlative Chronometer para dotar a todos, y cada uno de sus relojes, de dicha distinción, calidad y criterios.
Superlative Chronometer de Rolex
La noción de Cronómetro Superlativo fue formulada a partir de finales de los años 1950 e inscrita hoy en día en la carátula de todos los relojes de la colección Oyster.
Certificación más estricta que los estándares tradicionales
Más allá del COSC y más allá de una garantía de producto, Rolex ha desarrollado metodologías inéditas para poner a prueba sus relojes. Así como un equipamiento de alta tecnología para certificarlos y conferirles el status de Cronómetro Superlativo.
Desde 2015, esta denominación exclusiva atestigua que cada uno de los relojes ya ensamblados ha superado con éxito una serie de controles finales específicos llevados a cabo por Rolex en sus propios laboratorios.
Estos tests se refieren al conjunto de confiabilidad que debe ofrecer todo reloj Rolex: precisión, hermeticidad, cuerda automática y autonomía. Así, la tolerancia de marcha media de un Cronómetro Superlativo Rolex es del orden de –2/+2 segundos al día, la más estricta en la industria relojera. Rolex pone a prueba la precisión del reloj mediante una metodología exclusiva que simula las condiciones reales de uso, y no las ideales.
Los controles sirven para verificar su fiabilidad, robustez y resistencia a los campos magnéticos y a los golpes. El status de Cronómetro Superlativo se simboliza mediante el sello verde que incluyen todos los relojes Rolex y que va acompañado de una garantía internacional de cinco años.
¿Qué criterios contempla un Superlative Chronometer?
Controla y garantiza los aspectos claves del rendimiento de cada reloj. Todas las pruebas se llevan a cabo tras el ensamblaje final del movimiento, es decir, tal cual serán utilizados.
- Precisión: cada movimiento se somete a la certificación oficial del Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), que los pone a prueba durante 15 días y 15 noches según siete criterios eliminatorios, en cinco posiciones fijas y a tres temperaturas. Todos los movimientos Rolex obtienen, así, un certificado oficial de Cronómetro suizo. Rolex pone a prueba la precisión de cada reloj durante un ciclo de veinticuatro horas, en siete posiciones fijas y a través de un test de rotación dinámico, según una metodología exclusiva que simula el uso real. Los criterios de tolerancia son mucho más estrictos que los de la certificación oficial en lo referente a la desviación media de marcha. Esta desviación no debe exceder los –2/+2 segundos diarios, 6 segundos más estricto que el tradicional certificado COSC.
- Hermeticidad: se pone a prueba frente a la sobrepresión de aire y agua mediante piletas de agua hiperbáricas. Los relojes herméticos hasta 100 metros se ponen a prueba a una presión un 10% superior. A los relojes de buceo —herméticos hasta 300, 1220 y 3900 metros—, por su parte, se les aplica un margen de seguridad adicional del 25%, según la norma en vigor para este tipo de relojes. Tanto los tests de aire como los de agua siguen una metodología exclusiva desarrollada por Rolex.
- Cuerda automática: se controla mediante un método exclusivo que certifica que cada componente actúe de manera óptima y no presenten ninguna traba o rozamiento, con la finalidad de certificar una perfección de carga.
- Reserva de marcha: a cada pieza se le arma de manera completa para que pueda verificar que la pieza funciona hasta el término de la autonomía prevista.
Inscripción visual
La denominación Superlative Chronometer Officially Certified se plasma en la carátula de cada reloj de la línea Oyster. Un garante de todo lo anterior.
Evolución: notarás que previo a ésta se imprimió en la palabra Chronometer, luego Officially Certified Chronometer y posteriormente a Superlative Chronometer Officially Certified, ejemplo de la búsqueda incesante de la marca por endurecer sus criterios y ofrecer lo mejor de la tecnología al servicio de la precisión y durabilidad.
Historia y evolución
Todo comenzó en 1910 cuando Rolex obtuvo su primer título oficial de Cronómetro para un reloj de pulsera. En 1914 un Rolex obtenía el primer certificado clase A del Observatorio de Kew en Inglaterra. Entonces la mayor institución mundial para la precisión, que se enfocaba en certificar los cronómetros de marina.
En 1951 Rolex contaba con –aproximadamente– el 90% de su producción como cronómetros certificados desde 1927. Y en ese momento creó un sello rojo que acompaña a cada reloj con dicho distintivo. En 1950 Hans Wilsdorf fue más allá y buscó el sueño de contar con todos sus relojes bajo estos parámetros.
“Hemos llegado a un punto que requerirá la obtención de todos nuestros títulos con mención honorífica. Así es como crecerá el prestigio de Rolex”. Hans Wilsdorf.
Para 1957 la marca presentó una nueva generación de movimientos (calibres 1500), dotados de volantes con tornillos de ajuste Microstella de oro. Esto ayudó sustancialmente a obtener mejoras en la marcha y para ello incluye la palabra “Superlative”, incluida por primera vez en los modelos Datejust y Day-Date de finales de los 50.
Certificación interna
Rolex no sólo certifica sus relojes, sino que también los prueba con herramientas que replican el ambiente al que se someterán los relojes. Por ello miden cada tolerancia con instrumentos calibrados bajo los mismos criterios de perfección que rigen a la marca.
El compromiso
La certificación Cronómetro Superlativo de Rolex refleja la búsqueda de de la perfección cronométrica llevando a cabo los procesos más estrictos del mercado bajo las condiciones de uso real.