La historia de Hamilton data desde 1892 cuando en Lancaster, Pennsylvania se fundó esta empresa de relojes que hoy en día ha continuado con su producción logrando tener un éxito importante dentro de la cultura relojera.
Desde sus inicios, Hamilton Watch se ha posicionado como una de las marcas de origen norteamericano con esencia Suiza más queridas. Pionera en la creación de relojes de bolsillo, así como de instrumentos necesarios para mejorar la precisión ferroviaria de Estados Unidos, esta Casa Relojera alberga una historia entrañable.
La historia de Hamilton Watch Company
Centrados en la calidad relojera desde su nacimiento, Hamilton Watch Company logró resolver en 1912 la problemática de los accidentes que tenían los ferrocarriles estadounidense por falta de sincronización .
Gracias a los relojes de bolsillo de Hamilton, los choques disminuyeron a tal grado que fueron nombrado como “El reloj de la precisión ferroviaria”. Dos años más tarde en 1914 esta marca ya no solo era parte fundamental de este sector si no de las Fuerzas Armada de EE.UU durante la Primera Guerra Mundial.
La importancia y el papel que jugó la marca durante esta época fue tanta que la evolución del reloj de bolsillo a relojes de pulsera fuera inminente. Pues los soldados requerían de traer este objeto ajustado a la muñeca para una lectura fácil del tiempo y mayor comodidad.
Para 1918, la Casa Relojera ya formaba parte también del servicio de correa aéreo de Estados Unidos entre Washington, D.C y Nueva York. Desde ese entonces, los relojes de Hamilton se han visto en numerosas ocasiones ajustados en muñecas de pilotos alrededor del mundo.
El primer piloto aviador que llegó al Polo Norte en 1926, el almirante Richard E.Byrd llevó un reloj Hamilton en misión. Cronometró su vuelo en 15 horas y 57 minutos. En 1927, los aviadores iniciales del primero vuelo de California a Hawái lograron completar el vuelo de manera exitosa gracias a la confiabilidad que les brindó Hamilton en cuando a precisión y tecnología.
La conexión e importancia de esta importante marca no solo se basaba en la milicia, pues en 1932 comenzó a formar parte del cine. Fue en la película “El expreso de Shanghái” en donde un modelo Pipping Rock y un Flintridge robaron la pantalla grande.
Te puede interesar: La historia de la relojería digital y Hamilton Pulsar
En 1942, la producción de relojes para consumidores se suspendió a causa de la Segunda Guerra Mundial, pues Hamilton se dedicó a abastecer a las Fuerzas Armadas estadounidenses recibiendo el premio “E” de la Armada por su excelencia en la producción.
Casi 10 años después, los relojes militares de la marca volvían a aparecer en las pantallas, en esta ocasión fue en The Frogmen estrenada en 1951. Pero no fue hasta 1957 cuando uno de los modelos más emblemáticos y queridos, el famoso Ventura, causaría gran sensación.
Hamilton revolucionó la industria relojera al producir el primer reloj eléctrico con batería del mundo diseñador por Richard Arbib. Sin embargo, eso no era todo si no que en 1961 la popularidad del Ventura llegó más lejos cuando el rey del Rock and Roll, Elvis Presley lo ajustó a su muñeca en la comedia musical Blue Hawaii.
En 1968, el director Stanley Kubrick pidió a la Casa Relojera la creación de relojes exclusivos, uno de pulsera y otro de escritorio para su película 2001: A Space Odyssey.
Dentro de la evolución de la relojería, Hamilton juega un papel importante. En 1969, presentó el primer movimiento cronógrafo calibre 11.
Visita y síguenos en nuestro Instagram: Watches_World_Magazine
La innovación en la cultura relojera seguía y Hamilton volvía a posicionarse como pionera en sus invenciones. En 1970 la marca le dio la bienvenida al Hamilton Pulsar Time Computer, el primer reloj de pulsera digital.
El 16 de mayo de 1974, Hamilton fue vendido a SSIH, conocido hoy en día como Swatch Group, pero fue hasta el 2003 que la sede e instalaciones de producción se trasladó a Biel, Suiza obteniendo la calidad suprema y la leyenda “Swiss Made” en cada uno de sus relojes.
De acuerdo a la marca, en 2011 en colaboración con ETA, Hamilton comenzó a desarrollar sus propios calibres automáticos personalizados, H-21 y H-31. Tres años después, presentó H-10, H-30 y H-40 con reserva de marcha de 80 horas.
Creando asociaciones con grandes pilotos como Nicolas Ivanoff, con el servicio de rescate Air Zermatt hasta ser el protagonista en más de 500 películas.
Hamilton guarda una historia y trayectoria en diferentes mundos la cual continúa.