Un espacio que sirve para acumular el talento de diferentes disciplinas que se hermanan gracias a su vena artística, y que además se conjugan en un mismo sitio, del cual puedes entrar pero te será muy difícil salir, y más aún, dejar el sitio siendo la misma persona que ingresó en él. Así es la M.A.D. Gallery de MB&F, los maestros en la horología mecánica que reconocen que sus piezas no son simples guardatiempos, sino cuenta historias y verdaderos lienzos de la creación atemporal.
Ahora citaremos una frase que nos ha llamado la atención y que propone la redacción de MB&F: «Hardwork without talent is a shame, but talent without hard work is a tragedy». Y es que para poder generar una obra de estas dimensiones no basta con tener un don para capturar momentos emblemáticos de la cultura del hombre, sino trabajar en la técnica, la luz, y la paciencia, y para ello Ulysse Fréchelin se pinta solo.
Un artista que se caracteriza por utilizar los momentos de la luz natural para iluminar sus recuerdos fotográficos, no se vale de ningún otro tipo de recurso, y sé lo que están pensando, esto lo hacemos todos durante el día compartiendo fotografías en Instagram, no obstante, los valores que entrega Ulysse con su trabajo son altamente complejos, y ciertamente requieren de toda la paciencia para esperar el día, hora, minuto, segundo y condiciones climáticas para entregar lo que a partir de ahora proponemos como arte para el transportista, del siglo XXI y de todos los anteriores: «American Trucks Book», sucedido en la frontera de Arizona, Nuevo México y nuestra querida República, noticia que sin duda nos liga de lleno a la relación con nuestra publicación hermana, la Revista Transportes y Turismo, que ha publicado más camiones, buses y vehículos para el trabajo que ninguna otra publicación en México.
La idea:
Integrar mediante la luz natural intensa y abrumadora de las gasolineras de este sitio, todos los destellos, colores y el calor liberado de la pintura del camión y sus elementos como: escape, parrillas de radiador, guardabarros y esculturales y deslumbrantes capós de los automotores. Asimismo, Ulysse Fréchelin se encontró en Arizona por casualidad, y el libro es producto de la genialidad de ésta: «Acababa
de llegar a Los Ángeles para realizar un proyecto para una marca importante de los Estados Unidos, pero la sesión se canceló en el último momento. Con un par de semanas libres y por puro capricho, me dirigí a Santa Fe en Nuevo México. Me acordé de las palabras que la artista estadounidense Georgia O’Keeffe pronunció con tal fervor sobre los paisajes de Nuevo México y me entraron ganas de verlos por mí mismo, además de su antigua casa en Abiquiu. Aunque nunca llegué a visitarla».
Finalmente, debemos resaltar que la cantidad de camiones captados en estos paraderos va desde Kenworths y Macks, hasta Peterbilts, material excepcional para la sesión, y así lo describiría en el prólogo de American Trucks Book: «Más allá de la cabina resplandeciente del camión, la fragancia del asfalto quemado, el estruendo de las bocinas, los humos de los tubos de escape. Camioneros sin pelos en la lengua pasando el rato, con mexicanos, rednecks y nativos americanos como extras».
Pero pasemos de lleno a las fotografías, que demuestran el ADN y la libertad de una lente Swiss Made conquistada por el espíritu estadounidense de la movilización de las mercancías, se trata de ocho momentos muy específicos que acompañan a los transportistas en su día a día, una edición limitada a 8 ejemplares para todo el mundo.