Al ver el reloj podemos describirlo con una palabra: elegancia. Y es que dígame usted si no, apasionado lector; cuando sus ojos recorran la correa de satín negra y se deslumbren gracias a la caja de 38 mm de oro rosa engastada con diamantes, prácticamente estamos hablando de un tuxedo en la muñeca. Un reloj clásico que respeta los cánones del diseño de la casa de modas francesa y que exhibe un estilo inequívocamente de gala.
Animado por un mecanismo suizo de cuarzo, la pieza posee una carátula negra de onyx, al tiempo que su bisel hace lujo de minerales preciosos engastados al oro de su fabricación, que se replica en sus agujas tipo Dauphine. 12 diamantes más funcionan de indicadores de las horas y los minutos, y si se pregunta por la hermeticidad, está garantizada por 30 metros.