Generalmente escribimos de obras maestras de relojería, y cuando hablamos de A. Lange & Söhne, más, pero el día de hoy queremos compartir el progreso de una manufactura que sentará las bases del modernismo y responsabilidad de las instalaciones dedicadas a este arte que tanto nos apasiona. Es decir, un edificio sustentable, ecológico, eficiente, inteligente y artesanal, sí porque dentro de él podremos admirar una comunión entre los valores de la más alta relojería y la tecnología en función de la preservación y utilización de los recursos naturales.
Un sitio que se enfriará y calentará gracias a su contacto con la tierra, algo parecido a un árbol que vive de su entorno y al mismo tiempo lo cuida dotándolo de oxígeno. Como era de esperarse, los avances corren en tiempo y forma con puntualidad alemana, al tiempo que no entorpecen las labores que se realizan en los edificios que ya existen, es decir el Lange I y el Lange II.
Las nuevas instalaciones contarán con una extensión de 5,400 m2, superficie destinada a producir elementos clave del reloj, mientras que la planta geotérmica, la más grande de Sajonia, dotará a los relojeros, ingenieros y científicos de una temperatura agradable durante los 365 días del año.
Con respecto a estos últimos avances, Wilhelm Schmid,CEO de A. Lange & Söhne se muestra satisfecho y optimista ante la nueva era de la manufactura sajona: «Asegurar la calidad y la sustentabilidad son los objetivos principales al construir la nueva manufactura. Queremos crear un ambiente laboro perfecto y optimizar los procesos de producción con la finalidad de promover una mejora en la calidad de nuestras piezas y con la protección del medio ambiente y la conservación de los valiosos recursos naturales».