Desde su creación en 1997, URWERK ha dejado su huella en el mundo de la alta relojería con innovadoras pantallas e indicadores y en particular con sus complicaciones de satélite rotacionales. Paralelamente a esto, el equipo de expertos de la Manufactura siempre ha tenido especial interés en explorar nuevas vías y cumplir nuevos desafíos.
Algunos de los proyectos más descabellados han surgido de la División U-Research de URWERK –el «laboratorio experimental» de la marca– como el UR-CC1 «King Cobra», con sus indicaciones lineales y el UR-1001 «Zeit Device». El espíritu innovador que reta los estándares establecidos en URWERK ha sido canalizado para crear el Santo Grial de la relojería: el primer reloj mecánico con inteligencia integrada.
La interacción entre un reloj mecánico y su propietario es un tema que siempre ha inspirado a la marca, de ahí que pusieran especial atención en el diseño de un reloj mecánico fiable y preciso.
Por ello dotó a su mecanismo de un sistema mediante el cual el propietario puede calcular con precisión la tasa de sincronización del movimiento, de modo que se puede ajustar finamente al estilo de vida y hábitos del propietario. Esa es la idea básica del EMC (Electronic Mechanical Control).
El EMC ha sido concebido, diseñado, desarrollado y fabricado por URWERK dando lugar a una pieza nunca antes vista en la alta relojería. El reto es no solo ofrecer un reloj preciso, sino también las herramientas para evaluar y mantener la precisión. «Nuestro objetivo con el EMC es dar al propietario información que, hasta ahora, era únicamente descifrable por un relojero mediante complejos aparatos», afirmó Felix Baumgartner, relojero experto y cofundador de URWERK: «Para lograr esto, hemos investigado largamente y el resultado es un mecanismo que se lee y utiliza fácilmente».
Seguramente muy pronto veremos este fabuloso movimiento integrado a algunos de sus diseños.