La marca destaca tres aspectos fundamentales en esta pieza:
El primero aborda la tecnología del silicio, que básicamente dota de nuevas potencialidades al motor; en segundo término, el calibre es totalmente desarrollado en Casa, lo cual erige a los relojeros como un equipo creativo y capaz que trabaja en una verticalización sumamente positiva para la empresa, la cual también brinda independencia.
Por último, pero no menos importante, la unión de la artesanía y la construcción de la pieza, que recibe una carátula de esmalte Grand Feu, utilizada desde el siglo 17 en algunas piezas ornamentales, y que hoy es una realidad gracias a su edificio de Donzé Cadrans, atelier especializado situado en Le Locle y que es propiedad de Ulysse Nardin.
Hablando de la pieza, el motor UN-324 goza de un cualidad extraordinaria para ajustar el doble huso horario, pues los saltos pueden darse hacia delante o atrás y de manera práctica con tan solo apretar un botón.
Finalmente, la caja se extiende hasta los 42 mm de diámetro, está construida en acero inoxidable y se abraza mediante una correa de cuero envejecida para lograr un toque vintage atemporal. En edición limitada a 99 ejemplares, se venderá exclusivamente en boutiques de Ulysse Nardin.