Selection 2016:
Movimiento in-house con complicación Astromystérieux.
Superposición de tres discos de zafiro suplementarios.
La acción de carga se da a partir de un disco de zafiro en comunión con la corona, sistema patentado.
El misterio ha formado parte del encanto Cartier desde hace más de cien años. Las manecillas de sus relojes parecerían flotar en el cuerpo transparente de las piezas, ya que da la impresión de que no están conectadas con el movimiento. Por ello, la Gazette du Bon Ton las llamó “los milagros de la relojería” en 1925. El primer reloj misterioso se denominó Modelo A, y surgió de la impecable colaboración entre Louis Cartier y Maurice Couet, en 1912.
Hoy en día la firma reinventa su rico patrimonio relojero creando piezas que rebasan el límite de lo creíble. El Rotonde De Cartier Astromystérieux se enfrenta a nuevos retos mientras sigue los pasos de sus ancestros con los modelos Hora Misteriosa y Doble Tourbillon Misterioso. Ahora la referencia reúne una rotación central junto con un escape que gira con el eje de las manecillas.
La firma completa una hazaña relojera espectacular debido a que el espacio dedicado a los engranajes no visibles en el movimiento ahora es más pequeño que nunca, y todo reside en una estructura rodeada por un aura de misterio que parecería estar flotando.
La arquitectura del calibre 9462 MC es aérea también, por la disposición del eje central. Para representar la manecilla de los minutos, se incorpora una silueta alargada que da una vuelta a la carátula en una hora. Al observar la trayectoria del movimiento, enseguida se tendrá la sensación de estar viendo un astro celeste que gravita por el espacio, sin conexión aparente con el resto del mecanismo. Una obra de arte.
Esta hazaña relojera se logra a través de un ensamblado superpuesto de los componentes del movimiento, articulados alrededor de cuatro discos de zafiro que se animan en conjunto. El Astromystérieux podría marcar el nuevo futuro del tourbillon, pues de su concepción se desprenden todo tipo de incógnitas con respecto a cómo se da cuerda al barrilete sin conexión aparente con la corona.
La pieza exige un nivel superior de análisis gracias a las soluciones únicas e innovadoras de los relojeros de Cartier, mismos que le han otorgado un considerable número de registros de patente.
Es importante destacar que el Astromystérieux de Cartier reposa sobre una jaula giratoria, tal y como los tourbillones clásicos. Su movimiento depende de una rueda conectada al barrilete, la diferencia es que esta vez encierra también en su jaula un tren de ruedas –no solo el escape y el volante-.
“Dicha jaula está formada por un puente inferior en forma de disco de zafiro de gran diámetro, así como dos puentes superiores que sostienen por un lado el volante y por el otro el escape, el tren de ruedas y el barrilete. Esta jaula giratoria indica los minutos, dictando así el ritmo de su rotación”, asegura la marca.
La hora se indica a través del disco del tourbillon que se encuentra conectado con el disco de las horas. Para lograr el diámetro de ambos se ocupa un tren de ruedas particular. Además se desarrolló un sistema de protección contra golpes, que se adapta a la jaula giratoria para darle una mayor seguridad a las piezas que conforman el reloj.
Todo un misterio de cuerda por disco
La exclusiva cuerda patentada del Astromystérieux está elaborada mediante un disco zafiro y la corona, esta se conecta al barrilete siempre y cuando se le de cuerda. Todo el sistema fue creado a partir de un piñón flotante entre la tija de la corona y el disco de la cuerda. El piñón tomará una posición de conexión con el disco al momento de girar la corona para dar cuerda, y se interrumpirá la conexión del mismo por desengranaje natural cuando la corona entre en estado de reposo.
Su palanca revolucionaria permitió desarrollar la base del movimiento que se encuentra en el disco inferior, su principal función es aportar la motricidad requerida para el correcto funcionamiento del tourbillon, además de que permite activar el sistema de puesta en hora al tirar la corona.
El reloj Rotonde de Cartier, Astromystérieux habita en una caja de paladio 950 de 43,5 mm de diámetro, su funcionamiento y estética inédita causa un sin igual misterio ante todo aquel que conoce esta colección de Alta Relojería.