En 2017, Omega lanzó el Seamaster Aqua Terra Worldtimer, su primer reloj con hora mundial, como una edición limitada en platino. El recibimiento fue excelente, igual que con las versiones posteriores en oro Sedna y en acero. Desde ahora podemos decir que ese será el destino de los tres nuevos modelos que la marca acaba de lanzar, entre los que se destaca uno en titanio con una espectacular carátula hecha totalmente con ablación láser.
La fuerza del titanio
Concentrémonos en ese reloj. La caja de 43 mm en titanio se complementa con un bisel de cerámica negra, así que la ligereza y la resistencia a la corrosión y los arañazos están aseguradas. Pero, además, es una propuesta estética que revela un rostro menos clásico y más contemporáneo, como si estuviéramos ante un Seamaster Aqua Terra Worldtimer deportivo, un estilo que a Omega se le da muy bien. A esto contribuye la elegante combinación de gris y negro en la carátula, junto con las agujas y los índices ennegrecidos rellenos de Super-LumiNova blanca con emisión azul.
Los colores y la imagen de la Tierra, vista desde arriba del Polo Norte, están hechos con ablación láser sobre una superficie de titanio de grado 5. El mapa topográfico está rodeado por una indicación de 24 horas bajo cristal hesalite, dividida en horas diurnas y nocturnas. El único elemento transferido es la palabra “London” en el disco de las 24 ciudades de los husos horarios, con barniz rojo aplicado a mano para destacar el Tiempo Universal Coordinado (UTC). Para subrayar su espíritu contemporáneo, viene con una correa integrada de caucho estructurado negro con pespuntes grises.
Dos Seamaster Aqua Terra Worldtimer verdes para coleccionar
Las dos versiones del Seamaster Aqua Terra Worldtimer en acero noble tienen bisel de cerámica y carátula verde. La diferencia es que una se complementa con un brazalete de acero y la otra con una correa integrada de caucho verde. Al igual que en su hermano de titanio, la legibilidad es muy buena y permite rastrear fácilmente la hora en los 24 husos horarios. En el caso de los relojes de acero, las ciudades están escritas en amarillo oro, con excepción de Londres, que también aparece en rojo.
Los tres relojes montan el movimiento automático Co-Axial Master Chronometer calibre 8938 con la exigente certificación METAS. Si se fija bien, una de las ciudades incluidas es Bienne (Suiza), donde Omega tiene su sede. Hay que presumirlo.
“En Omega, nos enorgullecemos de nuestro espíritu pionero y estos relojes son como una llamada a la acción. ¡Vaya por ello! ¡Adéntrese en el mundo! Las carátulas son obras de arte que provocan una sensación de asombro y aventura. Y lo que es más, hay tecnología de primer nivel trabajando detrás de esas increíbles esferas. Son bonitos, divertidos de llevar y manejar, y auténticos objetos de colección”, dijo Raynald Aeschlimann, CEO de la marca.