La pasión por la relojería y su boyante economía hacen que el Continente Asiático forme parte de un segundo escenario capaz de presentar piezas en exclusiva, y tan impresionantes como lo es el segundo capítulo de Montblanc Metamorphosis, un reloj que en su primera edición bajo la condición TimeWriter nos asombró tras su mutación a cronógrafo monopulsante, y que ahora, una vez más, reinterpreta nuestras emociones horológicas hacia una imaginación estéticamente pura, pero al mismo tiempo espectacular.
Desarollado en Villeret gracias al savoir-faire de Minerva en combinación con el expertise conocido como Meisterstück de la Casa con origen en Hamburgo, el Metamorphosis II, porta este nombre debido a sus 746 componentes para el calibre, que además cuenta con numerosas patentes debido al tiempo de desarrollo que se requirió para presentar tan impecable ejecución de la mutación relojera.
Presentado hace cuatro años en el SIHH de Ginebra, la intención de la pieza es ofrecer una dualidad de mecanismos animados por un mismo motor, que late a 18,000 alternancias por hora y entrega una reserva de marcha de 50 horas, pero que además puede funcionar como un reloj tradicional o un cronógrafo monopulsante típico de los cronos de Minerva.
Inspirados en el arte de la manufactura autómata y artesanal, los relojeros del Jura suizo construyeron un nuevo capítulo en la relojería: la carátula del reloj muestra las horas, minutos y la fecha, mientras que un botón en el borde izquierdo de la caja se acciona para transformar el dial en una nueva carátula, deportiva y totalmente funcional. Adicionalmente, el dispositivo activa un sofisticado proceso mecánico que transforma la carátula que indica la hora clásica en un cronógrafo con ésta función, la de medir tiempos cortos.
Inspiración: los relojeros presumen que tomaron la creatividad de los teatros antiguos, en donde el telón dejaba admirar la obra y el escenario, pero también posibilitaba el cambio y transformación de un universo completo y complejo mediante el bajar o correr de sus cortinas. Mecanismos que se acciona mediante un perno que corre de las 10 a las 8 horas: dos «alas» se pliegan sobre sí mismas en la parte inferior de la carátula, desapareciendo gradualmente en cada lado, lo que revelará un totalizador de crono para los minutos, que ascenderá gradualmente como una rampa dentro del movimiento hasta que éste esconde la manecilla de la fecha gracias a una apertura. Asimismo, dos «alas» también se separan de los lados derecho e izquierdo, causando que la carátula de las horas con los números romanos desaparezca. Finalmente, el proceso es completamente reversible, y tampoco altera el movimiento del reloj, pues corre de manera independiente sin perder su recorrido.
Metamorphosis II ha recibido un toque estético completamente novedoso, pero tradicional, bello y menos deportivo que su antecesor. Hoy se presenta en caja de oro rosa de 18 quilates, lo mismo que la carátula, que además posee un número impresionante de detalle y grabados tradicionales gracias a los diferentes patrones de guilloché y el grano de cebada.
Las claves: la transmisión de la energía se libera al crono tal como si se tratara de un repetidor de minutos (situada a las 10 h); el segundo paso es la transformación de la carátula, que inmediatamente correrá a exhibir los totalizadores del cronógrafo y viceversa; el tercer paso es la transformación en sí, que ocurre «mágicamente» y se está listo para lanzar al crono y a su trotadora en posición central, que además utiliza un mecanismo monopulsante y cuenta con una rueda de pilares.
Finalmente, la tradición de un movimiento Minerva de cronógrafo jamás se pierde, pues la «Metamorphosis» toma apenas cinco segundos en modificar su cara tradicional por la deportiva, es pro ello que el carácter de la pieza emerge de manera prácticamente instantánea dejando un dial con números arábigos, decorados guilloché y clous de Paris para indicar las horas. Un sinónimo de buen hacer derivado de 156 años de historia relojera, apoyados por una herencia compartida entre Le Locle y Villeret, que en este caso específico podrá ser admirada únicamente por 18 afortunados y entendidos coleccionistas.