Como cada año, la firma relojera ginebrina desarrolla emocionantes piezas que se apegan a los altos estándares de la mejor relojería del planeta. Este 2019, la Casa ha presenta un modelo que hacía falta en la colección.
Se trata del más reciente de los relojes náuticos de Rolex, el cual incorpora ya el calibre de nueva generación 3235. Dicho motor permite una precisión excepcional de -2 /+2 segundos de desviación diaria y una optimización en el consumo energético para entregar hasta 70 horas de autonomía. La pieza cuenta, además, con un fondo opaco a rosca para garantizar hermeticidad hasta los 300 metros, mientras que la corona enroscada posee triple hermeticidad Triplock. Estéticamente, luce una carátula negra lacada con índices de oro blanco y el tratamiento patentado Chromalight. Las agujas a juego también presentan dicha luminiscencia de alta duración que emite un color azul.
En cuanto a funciones, el reloj da la indicación de las horas, minutos, segundos y fechador, a la vez que incorpora sistema de parada de segundero para una puesta en hora sumamente precisa. Se abraza al pulso mediante el brazalete patentado Oysterflex, de láminas metálicas flexibles sobremoldeadas con elastómero de alto rendimiento y sistema de extensión Glidelock.
El ejemplar se ofrece en una construcción inédita de caja de 42 mm de diámetro, desarrollada en oro blanco de 18 quilates y destacada con un bisel giratorio bidireccional con disco Cerachrom graduado con escala de 60 minutos.
Historia y legitimidad
Con motivo de los más de 60 años de la conexión de Rolex con los deportes de vela, el tema protagónico del año recayó en el emblemático Yacht-Master, que arranca su historia en 1958, cuando Rolex inició su colaboración con el New York Yacht Club y se asoció con la America´s Cup, siendo pionera en esta alianza. Además, posee el trofeo más antiguo del planeta dado a la embarcación campeona.
Sin embargo, la relación de Rolex con el mundo marítimo se remonta a los primeros días de la Casa, cuando el fundador, Hans Wilsdorf, concibió un reloj que fuera robusto, preciso y confiable, adaptado a estilos de vida cada vez más activos. Wilsdorf usaría la precisión del cronómetro marino como punto de referencia para producir el primer cronómetro de reloj de pulsera del mundo en 1914.
Más adelante, en 1926, la compañía suiza presentó el primer reloj de pulsera resistente al agua, el Oyster, añadiendo protección a la precisión. En tanto que, en 1931, Wilsdorf completó su serie de importantísimas patentes con un sistema de cuerda automática de rotor libre al que llamó: Perpetual.
Sir Francis Chichester
En 1967, se convirtió en la primera persona en dar la vuelta al mundo en solitario con una sola parada, y portando un Rolex Oyster Perpetual en la muñeca. Este discreto hombre, era originalmente empresario y aviador, por lo que personifica el espíritu de aventura de la vela: “Durante mi viaje alrededor del mundo a bordo del Gipsy Moth IV, mi reloj Rolex sufrió en diversas ocasiones golpes sin resultar dañado. No se me ocurre un reloj más robusto. Cuando lo utilizaba para establecer mi posición con el sextante en la cubierta de proa, con frecuencia las olas que barrían la cubierta lo sacudían y empapaban, pero nada parecía afectarle nunca”, confió a Rolex a través de una carta firmada.
Bernard Moitessier
En 1968, este navegante y escritor francés salió de Sunday Time Golden Globe Race para disputar la primera regata sin escalas alrededor del mundo. En la muñeca portaba un GMT-Master con certificado de Cronómetro. Un mes antes de zarpar, escribió a Rolex: “Es evidente que su Rolex es mucho más elaborado desde el punto de vista de la regularidad, la hermeticidad y la solidez, y me permitirá ser más preciso a la hora de orientarme, ya que lo llevaré en la muñeca cuando esté en cubierta. Formará parte, por tanto, de los pertrechos de mi embarcación”.
Sir Robin Knox-Johnston
El veterano de la marina mercante britántica y de la Royal Naval Reserve, entró a formar parte de la leyenda de la vela al ganar, en 1969, la Sunday Times Golden Globe Race, la primera regata en solitario sin escalas a bordo de su “ketch Suhaili” tras 312 días de navegación. Sir Robin portaba un Rolex Explorer: “Poseo este reloj desde hace ocho años, durante los cuales me he sumergido a más de 60 metros de profundidad, he hecho alpinismo, vela, esquí y surf, y todavía me sigue dando la hora exacta”, comentó en una carta dirigida a Rolex.
- El Gipsy Moth IV pasando el Cabo de Hornos en marzo de 1967. Su capitán, Sir Francis Chichester, soportó ráfagas de viento de hasta 50 nudos.
- Sir Francis Chichester, primer hombre en lograr una vuelta al mundo a vela en solitario, de oeste a este.
- El reloj Rolex —un Oyster Perpetual con certificado de cronómetro— que llevó Sir Francis Chichester entre agosto de 1966 y mayo de 1967.
- En 1969, Bernard Moitessier completa la navegación más larga en cuanto a distancia con 37, 455 millas náuticas recorridas en 300 días.
- Sir Robin Knox-Johnston, vencedor de la Sunday Times Golden Globe Race en 1969.