La belleza de la relojería no siempre tiene que hacer uso de la complejidad en el diseño de su carátula, construcción de caja o de un intrincado movimiento; el simple display del tiempo puede jugar a favor de la estética porque en ocasiones, menos es más.
Grande Seconde Off-Centered Onyx
Este mineral está considerado como una piedra semipreciosa, aunque en su concepto más aceptado, se le considere como una variedad de ágata o calcedonia, y ¿qué creen? El mayor productor de ónice en el mundo es México, pues la Comarca Lagunera es rica en este material natural.
Dejándonos de nacionalismos, Jaquet Droz aprecia las propiedades de este elemento, y le propone en la carátula de su colección Grande Seconde, en la que las horas y minutos aparecen descentradas a las 2 h, y los segundos cobran fuerza en punto de las 7 horas.
Dicha configuración fue imaginada por Pierre Jaquet Droz en el siglo XVIII, revolucionando el concepto de la lectura del tiempo y generando un equilibrio –casi accidental– que hoy es tremendamente apreciado en las culturas orientales: 8 ∞, como señal de equilibro, integridad e infinito.
Esta pieza se presenta como un previo a la colección que Jaquet Droz desvelará en el próximo Baselworld, y por vez primera la propone en caja de acero de 43 mm de diámetro, mientras que las periferias que forman los dos círculos de lectura están hechos de oro blanco de 18 quilates.
Finalmente, destaca el corazón mecánico de la pieza, siendo el calibre automático 2663A.P de 68 horas de autonomía a 4 Hz. Posee rueda de balance y cuernos de áncora de silicio, mejorando la eficiencia energética de este motor, que puede ser apreciado gracias al cristal de zafiro dispuesto como fondo.