La relación entre la industria del automóvil y la relojería es tal, que cuando un modelo se presenta, inmediatamente surgen las posibilidades de adaptarlo, modificarlo, personalizarlo y realizar ediciones adicionales en calidad de especiales. Es decir, ningún automotor cuenta con una sola versión hoy en día, y es así que MB&F entiende que el mercado necesita exclusividad y puede reaccionar diferente ante un mismo producto si éste le «llena la pupila».
El laboratorio generado por Maximilian Büsser, ha decidido presentar para esta época del año, la más importante en cuanto al consumo, una edición de su poderoso HM5 (Horological Machin No. 5), la cual posee un movimiento de visualización vertical y ampliado, completamente hermético y que recupera la época digital de los años 70, al tiempo que se anima gracias a un movimiento íntegramente mecánico, de carga automática. Adicionalmente, las horas saltan a la «carátula», que más bien resulta una apertura sumamente espectacular.
Hace unos meses, al interior de la MAD Gallery en Ginebra, tuve oportunidad de ver este «bloque» horológico, experiencia sumamente gratificante, pues reiteraba la flexibilidad que puede conseguirse con un movimiento resistente al agua, polvo y corrosión. Es así que las propiedades del oro, han sido añadidas a la de por sí increíble carrocería. Las modificaciones visuales y prácticas del metal, se ajustan a las propiedades de el elemento «Au» de la tabla periódica, tales como, conductividad, resistencia y valor comercial. Una espectacular edición limitada a 66 piezas que además compensa el peso adicional, modificando un compartimento fabricado inicialmente en acero, por la ligereza del titanio.