Hermès nos invitó a conocer un concepto que ellos definen como “Time to Dream”, que utiliza al genio del artista para crear situaciones de confusión que engañan al ojo humano con suma facilidad. Se trata de una escalera en horizontal, displays a demanda por medio de un pulsador y de la imaginación, cuyo efecto visual puede darnos una perspectiva muy diferente a la real, todo ello nos lleva a coronar la exhibición con el nuevo reloj de la Montre Hermès, que lleva por nombre: L´heure masquée, y cuya complicación es esconder la aguja de las horas por debajo de la de los minutos, para posteriormente aparecer a demanda junto con un segundo huso horario en posición de las 6 horas. El calibre lleva por nombre H1925 y celebra una era exquisita en la casa parisina.
Pero además nos regala un nivel importante de piezas, manufacturas y calibres de importante código horológico. Encontramos novedades en prácticamente todas las líneas: Arceau, Dressage, Cape Cod, Faubourg y Pendulette, siendo el Dressage L´heure masquée quien se lleva las palmas, sin lugar a dudas e, igualmente, su eterna colección nos lleva a jugar con el concepto del tiempo que, después de todo, nosotros mismos aceptamos y definimos.
El tiempo se ofrece en toda su inmensidad y devela un espacio infinito de libertad. La suya es una permanente escapada en busca de los instantes que realmente cuentan. La aguja de las horas, juguetona, se esconde bajo la de los minutos —que nunca interrumpe su marcha— y solo aparece cuando se acciona el pulsador integrado en la corona. Fugaz, tan solo captura el momento presente, para desaparecer en cuanto se libera el pulsador. De igual modo actúa el segundo huso horario, que desde su ventanilla participa en el mismo juego del escondite. Esta escenificación lúdica se ha logrado gracias a un ingenioso juego entre rastrillo, piñón y rodajes. Al pulsar, la leva de las horas hace salir de su cobijo a la aguja, que pasa a marcar la hora con total exactitud en la carátula. El segundo huso horario, directamente conectado al calibre de base, se ajusta con el pulsador situado al otro lado de la corona.
Time to Dream, donde los sueños se hacen realidad y nos invitan a vivir en fantasía
Fiel al mundo del tiempo para soñar, Hermès explora otro aspecto de este fenómeno con una nueva complicación relojera representado por el artista contemporáneo, Leandro Erlich : «Para establecer el escenario para el nuevo reloj masquée, universo creativo encuentra su directriz en una constante reflexión sobre el espacio y el tiempo era la elección obvia , su trabajo se hace eco de las percepciones diferenciadas que ofrece esta nueva complicación «, dice Pierre -Alexis Dumas , director artístico de Hermès .
El reloj Dressage L’heure masquée es una complicación especial con una doble lectura del tiempo; el descubrimiento de este nuevo modelo que se presenta en Baselworld se basa en tres instalaciones, en las que el visitante deberá jugar alternativamente el papel de sujeto y actor, que poco a poco pierde su percepción real para experimentar físicamente el sentido de la ilusión, recórrela con nosotros: