Esta nueva pieza de Hermès nos ha dejado gratamente sorprendidos por su ejecución y construcción, juega con los materiales alternando el titanio y el acero en su caja, haciéndolo resistente y liviano. Una correa que se presenta con una paleta de colores vivos pasando por rojo, azul y naranja. Un movimiento automático que marca el andar del tiempo, este nuevo modelo, prolongación de la línea Clipper, y se puede notar su DNA mirando el emblemático bisel inspirado en los ojos de buey de los grandes veleros del siglo XIX.
Sus tres versiones hacen gala de gran complejidad en el trabajo de los materiales.
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ESCRITO PORRita Segura
Comunicóloga especializada en medios impresos y electrónicos. Escribir me apasiona tanto como la alta relojería con su preciso y encantador tic-tac.