Si bien el quehacer del ser humano en la Tierra es cultura, la concepción artística de un ser superdotado podría rozar con el misticismo de algo más; existir en un territorio cercano a la genialidad que traspasa tiempo y espacio, que no conoce de descripciones y recibe homenajes continuos.
Hoy por la noche Watches World acudió a la develación de una entrega más de Iconos de México, línea de relojería que pretende rendir un homenaje a la cultura de nuestro país y a sus personajes más emblemáticos: Miguel Hidalgo, Benito Juárez, etc, han sido inmortalizados en el lienzo de oro de la colección 1966 de Girard-Perregaux, pero llegaría el turno de aplaudir a una de las artistas más representativas del arte latinoamericano, puntualmente el orgullosamente mexicano.
Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón, nace un 6 de julio de 1907 en Coyoacán, y bajo la ascendencia alemana y española. Construiría una carrera en el arte de la poesía y pintura aplaudido con fuerza, más, posterior a su muerte en 1954. Frida desarrollaría una obra pictórica en torno a su vida tormentosa, marcada principalmente por un accidente en autobús y enfermedades infantiles, lo que la llevaría a exhibir la dificultad para vivir y los múltiples dolores físicos producto de más de 30 cirugías. Esposa del gran muralista Diego Rivera, formó parte de la clase social y política más culta de nuestro país en la década de los 40 y hasta antes de su muerte, Frida transmite un extraordinario sentido del todo de acuerdo a su visión individual de la vida en cada una de sus obras.
Girard-Perregaux 1966 38 mm Iconos de México – Edición Limitada Frida Kahlo
La Manufactura fundada en 1791 por Jean-François Bautte, y desarrollada por Constant Girard y Marie Perregaux, nos presenta una pieza que tiene como misión rendir un homenaje a uno de los personajes latinoamericanos más importantes del siglo XX: Frida Kahlo, una mujer que, sin pensarlo, desarrollaría un sentido individualista que años más tarde abanderaría a la mujer actual, segura de sí misma y de sus alcances. Desarrolladas en caja –de oro rosa– de 38 quilates, un par de referencias se entregan en limitación de 20 y 10 piezas.
La primera versión está numerada a 20 relojes y se abraza a la muñeca mediante una coloración de correa –de piel de aligátor– color fucsia (color representativo de su obra), fondo sólido grabado con la silueta de Frida y hebilla a juego con hebijón. Mientras que la segunda se entregará a 10 coleccionistas que deseen portar una edición especial engastada con 72 diamantes talla brillante y dotada de correa de aligátor azul (que replica la tonalidad de la famosa Casa Azul de Coyoacán). Ambas están animadas por el calibre mecánico –de manufactura– de carga automática, el cual latirá a 28,800 a/h durante, no menos, de 46 horas para las indicaciones de: hora, minutos, segundos y fechador.
Finalmente la celebración no podría estar completa sin la presencia de Stefano Maculuso, Arquitecto multifacético que se encarga del Desarrollo de Producto en Girard-Perregaux, pero que además es socio del Grupo Sowind, propietario de la Casa en comunión con Kering. Stefano, gran amigo de esta redacción trazó el diseño de Frida replicado en el fondo del reloj, además de autorizar la creación de esta bellísima pieza.
«Es un honor viajar a México, saborear su cultura y vivir la pasión que Frida entrega a través de cada pintura y línea compartida con la humanidad».