Con la presencia de la Maison en nuestro país, también las piezas desveladas en la pasada feria asiática de relojería y joyería Watches & Wonders, novedades que aterrizan en México al unísono de la visita de Christophe Massoni, Presidente de Cartier Latinoamérica y el Caribe, a quien tuvimos el placer de conocer y entrevistar.
Asimismo, el producto es la base para la continuación del poderoso nombre de la marca, por lo que este año, Cartier volvió a sorprendernos con nuevas referencias de cara al final de 2015.
Además de Ronde Croisière, Clé se nutre de la legitimidad y expertise de la Casa en relojes misteriosos, los cuales juegan con el ocular humano a partir de dos cristales de zafiro que esconden un sistema dentado para posibilitar la ilusión del paso del tiempo en un dial inexistente, especialidad de la firma desde hace más de 100 años.
Clé de Cartier Mysterious Hour
Tras las horas, minutos, segundos y fechador de la colección de lanzamiento a principios de año, Clé ejecuta una pieza de paladio u oro rosa de 18 quilates de 41 que alberga al calibre 9981 MC (utilizado en «Les Heures Mystérieuses de Cartier»), y que es capaz de dar vida a las agujas de horas y minutos de una manera excepcional.
La información, descentrada hacia las 9 h, indica el paso del tiempo en colaboración con los indices romanos que comulgan con el color zafiro de su llave (corona) para remontuar, al tiempo que dejan entrever la mecánica del movimiento. Por último, el instrumento se abraza a la muñeca mediante una correa de piel de aligátor a juego con la referencia de su preferencia.
Clé de Cartier Flying Tourbillon
Los alcances de Cartier parecen ilimitados cuando se percibe una pieza de esta magnitud: engastada en su totalidad, alberga un movimiento con tourbillon volante sellado con el Poinçon de Genève. Su caja es –de 35 mm– de oro blanco, y sirve de lienzo para 478 diamantes talla brillante. Finalmente, el calibre 9452 MC de remonte manual con torbellino volante e información de horas y minutos, animará a la pieza durante, no menos, de 50 horas de autonomía.
Art & Style
Cinco estuches para el planeta han sido diseñados específicamente para los coleccionistas más selectivos de la industria, aquellos que aprecian el arte y la exclusividad de la Alta Relojería. Al interior de este bello «baúl del tiempo», encontraremos tres piezas:
Mysterious Double Tourbillon
La pieza que fuera presentada hace un par de años, evoluciona estéticamente gracias a una carátula de oro blanco con patrón guilloché «flame» recubierto de esmalte azul, una tonalidad que replica el código de la emblemática corona con cabuchón de zafiro.
Rotonde de Cartier Minute Repeater Flying Tourbillon
Dos de las complicaciones más bellas de la relojería se cuentan en el calibre 9402 MC digno del Poinçon de Genève. En esta caso, la carátula recibe el mismo tratamiento del doble tourbillon, mientras que las agujas tipo espada circundarán la carátula marcando las horas y minutos. Un detalle excepcional de este repetidor, es que su ejecución es detonada por medio de un pulsador situado a las 8 horas, y no a partir del tradicional sistema de gatillo.
Ronde de Cartier Astrocalendaire (Tourbillon Complication Perpetual Calendar)
Una pieza tan compleja como espectacular, que revoluciona la lectura del calendario perpetuo basándose en la estructura de un anfiteatro, y entregando la información de adentro hacia afuera, coronado por un torbellino al centro y la indicación del tiempo en punto de las 12. Su caja de platino –de 45 mm de diámetro– es el hogar del calibre 9459 MC de remonte manual y reserva de hasta 50 horas.