En este capítulo podemos destacar la invención del metrónomo, aparejo ideado para indicar el tiempo o compás de las composiciones musicales, inventado y presentado precisamente en este año (1815), mismo periodo del nacimiento de Ferdinand A. Lange. Hoy, a casi 200 años de la invención de Johann Nepomuk Mälzel, recordamos al “reloj del músico” como una de las innovaciones fundamentales de esta disciplina, debido a que su sistema era capaz de medir los intervalos del tiempo, ayudado por una espiral que mantenía oscilando un péndulo en vertical gracias a un contrapeso ajustable en el mismo, que permitía deslizarlo hacia arriba o abajo. Adicionalmente, una escala facilitaba ajustar dicha frecuencia. Imagínese usted, estimado lector, la composición de la música sin los intervalos determinados para los silencios y momentos de las melodías, no conoceríamos el Allegro, Adagio o Presto.
Te invitamos a descubrir la relación de A. Lange & Söhne, el metrónomo y Ludwig van Beethoven a través de la siguiente galería:
Para poner en contexto uno de los más grandes genios musicales, nacido en Boon el 16 de diciembre de 1770, utilizó y apoyó públicamente la invención de Mälzel, al tiempo que hizo uso de sus virtudes para construir la 9a Sinfonía, sí, nos referimos a Ludwig van Beethoven, quien dio crédito al útil desarrollado y declaró –según testimonios– “mi metrónomo está enfermo y necesita restaurar su frecuencia constante con un relojero”. Le resulta familiar el término: oscilaciones ¡Exacto! El mismo movimiento que realiza la espiral sujeta al volante