Las marcas que se presentan en Watches & Wonders se disputan un mercado que no para de crecer con proezas técnicas cada vez más sofisticadas. Y Montblanc no es la excepción: disponible ya a la venta vale la pena mencionar tres referencias presentadas en este salón.
En primer lugar, el Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen CARBO2 LE1969. Un guardatiempo con la parte media de la caja hecha con CARBO2, material creado a partir de la captura de dióxido de carbono procedente de la producción de biogás y desechos minerales.
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CARBO2 en la parte media de la caja es la innovación en esta colección, 1858, concebida como una línea de relojes instrumento diseñados para la exploración en la montaña. La colección se inspira en los legendarios guardatiempos de bolsillo y cronógrafos de los años 20 y 30, originalmente creados para el uso militar gracias a su precisión y robustez.
Con la última adición, 1858 Geosphere, que presenta un diseño tan fuerte como la innovación que lleva dentro, Montblanc empuja el concepto de “oxígeno” -elemento central en cualquier ascenso intrépido- más lejos que nunca.
Un material innovador
El material de la caja fue creado a partir de un proceso de disolución de calcio y carbonatación. Físicamente disponible en forma de polvo, el dióxido de carbono, que recibe el nombre de CACO3, es entonces combinado con una fibra de carbono ultraligera y resistente. Juntas crean un material innovador, CARBO2, presente en la parte media de la caja.
Además del aspecto tecnológico de la caja, el material CARBO2 resultante tiene una estética gráfica, con sombras oscuras que dependen de la peculiar mezcla de fibra de carbono y CACO3. Para reforzar la aventura alpina, la caja de CARBO2 de 43.5 milímetros viene con un grabado luminoso del perfil de la montaña Mont Blanc en un lado que solo el usuario del reloj puede ver.
Cuanto más viejos son los glaciares, menos oxígeno contienen y más densos se vuelven, resultando en un color azul profundo que se ve en el anillo de la caja -brilla en blanco durante el día y en azul luminoso durante la noche, gracias al Super-LumiNova. Se suma al efecto visual una capa de barniz protector aplicada a mano, con una imagen del monte Mont Blanc en la caja posterior de titanio, creada con una técnica de láser en 3D que retrata el realismo de esta maravilla natural.
Cero oxígeno
Esta nueva referencia se suma a las huestes de la serie “Zero Oxygen”, que presenta múltiples beneficios para aventureros que se desempeñan en ambientes rudos. Zero Oxygen elimina no solo el vapor dentro de la caja, lo que puede ocurrir con cambios drásticos de altitud, sino que también previene la oxidación. Sin oxígeno, todos los componentes duran más y no pierden precisión a lo largo del tiempo.
El guardatiempo late con un movimiento maison MB 29.25, y una complicación de hora mundial, con globos giratorios de ambos hemisferios y los 14 puntos para cada uno de los picos de los 8,000 metros del Mont Blanc. También tiene un indicación de día y noche, escala de 24 horas, hora dual y fecha. El bisel aflautado en titanio cerámico con puntos cardinales luminiscentes y la correa negra de goma intercambiable completan la pieza recientemente develada.
Una nueva referencia: Montblanc 1858 The Unveiled Minerva Monopusher Chronograph
También en Watches & Wonders la maison célebre por sus instrumentos de escritura y guardatiempos presentó su Unveiled Minerva Monopusher Chronograph con nuevas ventanas de cristal de zafiro en la parte media de la caja y una reconstrucción estética del movimiento.
Esta edición limitada lleva luz al movimiento de cuerda manual a través de cinco aperturas en la caja. Un juego de luces que permite al usuario admirar los 291 componentes del movimiento, construido sobre pilares y que en sí mismo es toda una novedad: el calibre MB M17.26. El puente del cronógrafo monopulsante fue ubicado en la parte de arriba del movimiento para destacar su componente distintivo, el diseño específico que se patentó en 1912.
Esta nueva edición limitada de 100 piezas viene alojada en una caja de acero inoxidable con un acabado horizontal satinado. Su bisel aflautado de oro blanco le agrega fineza a esta creación surgida de la manufactura de Villeret, fundada, precisamente, en 1858.
En el diseño de esta nueva referencia se prestó especial atención a las indicaciones, para que no distraigan del movimiento, con una carátula abierta de cristal de zafiro con un cronógrafo contador de 30 minutos, una indicación de segundos también abierta y manecillas e índices recubiertos con Super-LumiNova.
Montblanc 1858 The Unveiled Timekeeper
Luego del lanzamiento del Montblanc Unveiled Timekeeper en 2023, la maison presenta una nueva edición limitada de 100 ejemplares en acero desgastado con una estética gris. Inspirado en el calibre histórico de 1923, Unveiled Timekeeper Minerva de Montblanc ha cambiado la forma en que registramos el tiempo transcurrido. Todos los códigos de diseño de Minerva, junto con su savoir faire están presentes, y todo esto sin pulsadores que activen el cronógrafo.
En 2022, la maison develó el 1858 Minerva Monopusher Chronograph Red Arrow LE88, inspirado en los biseles rotadores. Los elementos clave del pasado incluyen un bisel aflautado, ahora en oro blanco, y el distintivo arco rojo que permite una lectura rápida y fácil del tiempo.
La nueva versión se aloja en una caja de 42.5 milímetros de acero recubierto con una capa negra que luego es lavada a mano y pulida con cuarzo del monte Mont Blanc y piedra de la montaña La Combe Grède, en Villeret, lo que acerca la montaña y el valle de una manera poética y visual.
El calibre MB M13.21 es la versión siguiente al 13.20 estrenado hace 100 años. MB M13.21 es un movimiento de cuerda manual, con terminaciones a mano y una reserva de marcha de 60 horas. En cuanto a la función de cronógrafo, esta es la primera vez que Montblanc lanza un cronógrafo que no necesita de un pulsador, sino que es activado a través de su bisel aflautado de oro de 18 quilates. Con solo rotar el bisel en el sentido de las agujas, con un solo clic arranca el cronógrafo. Un segundo clic lo detiene y un tercero lo resetea, transformando la forma en que el cronógrafo ha funcionado tradicionalmente.
Escrito por: Milagros Belgrano