Todo un ícono vanguardista, el Must de Cartier fue el primer frasco-joya recargable para el look. Su lanzamiento se dio en el año de 1981 y fue nada más y nada menos que en el Castillo de Versalles, un lugar que nos invita a viajar en el tiempo y experimentar lo que se vivía en ese recinto, pues bien, fue ahí en donde se celebró el nacer de esta fragancia y la Maison hizo un evento espectacular, con la presencia del jet set internacional, fuegos artificiales y un frasco gigante… En el tema olfativo también rompió esquemas dentro de la perfumería uniendo la calidez sensual y opulenta del jazmín y la vainilla, con el frescor del gálbano.
Hoy, 30 años después, inspirado en este pionero, llega a nosotros Must de Cartier Gold, una colaboración que lleva la firma de Mathilde Laurent, perfumista de la marca, quien con ánimos de respetar la fórmula original, se puso en contacto con los perfumistas de Givaudan, sociedad responsable de la fragancia de 1981, para así juntos crear un eau de parfum.
Esta versión está iluminada con notas más festivas, florales y chispeantes, que giran en torno al jazmín y que para exaltar esa legendaria sensualidad, tiene osmanthus. Mientras que conserva el famoso frasco de forma ovalada, con su estela solar que Cartier moderniza con “godrons”.