Savoir-faire es un término que los actores relacionados al mundo de la Alta Relojería empleamos de manera constante pero, ¿te has preguntado qué es? Sinceramente a nosotros, los periodistas, se nos olvida explicar este concepto más allá de su significado lingüístico: la destreza especial vertida en un objeto o acción.
En términos relojeros es el oficio, el quehacer horológico; lo intangible, lo acabado a mano y la excelencia más allá del cumplimiento de la función. Tomemos por ejemplo una carátula cuyo propósito es indicar las funciones mecánicas que posibilita el guardatiempo. Sin embargo un dial esmaltado obedece a un conocimiento artístico y sumamente diestro del oficio, qué decir de uno con cloisonné e incluso una carátula con índices aplicados a mano.
Cómo detectar el savoir-faire de cada Maison
Una amplia gama de técnicas de decoración y sutiles mejoras que enriquecen la funcionalidad y la estética de las piezas de Alta Relojería. Además de asegurar la belleza y la precisión de un reloj, las Maisons le preparan para los años venideros. El término acabado a mano incluye un amplio espectro de fina ornamentación y sutiles adornos, realizados a mano con el mayor esmero en los componentes de un reloj, una vez finalizado el trabajo a máquina.
Este finishing elimina cualquier diminuta imperfección o partículas dejadas por la máquina que podrían impedir el movimiento perfecto; suaviza los bordes que se mueven junto a otros y protege de la oxidación. Y los diferentes procesos también transforman un metal simple en un material bruñido de cautivadora belleza.
Tanto si un proceso en particular asegura el funcionamiento impecable del reloj por muchos años, o es puramente estético, el acabado a mano de cualquier tipo requiere conocimientos y técnicas centenarias, además de una gran destreza, ya que a menudo se realiza en superficies minúsculas difíciles de apreciar por el ojo humano.
La maestría en el acabado a mano es también parte de la asombrosa gama de alta artesanía producida por las marcas de Alta Relojería en relojes con carátula de esmalte, marquetería, esqueletización, miniatura o engaste de gemas preciosas.
Finalmente el savoire-faire forma parte de un todo en la Alta Relojería, desde la labor de investigación apegada al respecto del legado histórico de la misma y hasta el nivel y tipo de comunicación. Y es importante destacar que cada Casa posee un savoir-faire único heredado de la visión de sus fundadores y acompañado por los ajustes e hitos que les distinguen. Por ejemplo: el ultraplanismo en Piaget; la repetición y dominio de oficios en Patek Philippe; la precisión certificada de Rolex o la cronometría marina de Ulysse Nardin, por decir algo.