Uno de los sueños más grandes de cualquier niño es convertirse en futbolista de alto rendimiento, ser seleccionado por la Nacional de su país, jugar en el mejor equipo del mundo y poder aspirar a una vida de súper estrella. Desafortunadamente no todos cumplen con esta meta, pero para una mayoría, dicho sueño se ve reflejado en la figura de un deportista en específico, que ha cobrado fuerza con el paso de los años debido a su trato amable, a su personalidad sencilla y pasión por el juego, que –»mágicamente»– resulta también ser su trabajo. Ha ganado todo: mundial juvenil en 2005 con la «Albiceleste», La Liga del fútbol español, Copa del Rey, el Oro Olímpico en Beijing 2008, La Champions League y en cuatro ocasiones el Balón de Oro como Mejor Jugador del Planeta.
«Messi lo hace todo fácil», dicen por ahí; juega con la ambición del primer día (debut a los 17 años en el primer equipo del Barcelona FC); su hambre de gol y de triunfo resulta insaciable. Por ello es el jugador perfecto, un icono contemporáneo del deporte y máxima figura de su país, Argentina. Pero Lionel no pierde el piso, ha tenido que sobreponerse a las adversidades desde pequeño y ha salido adelante gracias a los valores que le ha inculcado su familia, similitud que lo «hermana» con una de las casas más importantes de la relojería: Audemars Piguet, que conserva las ideas de sus fundadores a través de generaciones, clave del éxito y razón por la cual, no existe mejor embajador para portar un «AP» que Lionel Messi…
¡Luces, cámara y acción!