El año relojero comienza y acaba al mismo tiempo. Por un lado estamos expectantes de conocer las referencias presentadas al inicio de 2017 ya en las vitrinas de Cartier, y por el otro encontramos referencias que se adhieren a ésta y que pronto llegarán a nuestro país. Sin embargo, habrá que viajar a Ginebra para sentirlas y vibrar con ellas.
“Cartier logra el equilibrio perfecto entre el diseño limpio y el estilo extravagante, la delgada línea entre el refinamiento y el exceso inherente a cada reloj de carácter”.
Misterioso esqueleto…
Un par de temas que la firma ha explorado y explotado en años recientes, sello de la Maison y que contagia a los entusiastas de la relojería contemporánea.
La esqueletización y los relojes misteriosos forman parte de la legitimidad y patrimonio relojero de Cartier, y es por ello que se presentan un par de piezas de relojería fina:
Rotonde de Cartier Esqueleto Reloj Misterioso Doble Tourbillon
Esta complicación técnica es maravillosa, pues hace parecer suspendido al tourbillon, sin conexión alguna con el resto del movimiento. Esto se logra gracias a zafiros dentados que se relacionan con el tren de rodaje y que dan la impresión de hacer flotar al órgano regulador con su jaula correspondiente.
El doble tourbillon volante efectúa una rotación completa en 60 segundos, mientras que la jaula del tourbillon realiza una segunda rotación en la que cada ronda dura 5 minutos.
Todos los componentes están terminados a mano: los puentes están biselados, los flancos están dibujados y las cabezas de los tornillos pulidos. Sin embargo, la maravilla de este año es la adición de puentes esqueletizados que gozan de forma de números romanos, y los cuales mejoran la ligereza de la pieza. Esta arquitectura calada y geométrica atrapará la atención al tourbillon, mientras que las agujas de acero azulado destacarán en la parte superior de la pieza y replicarán la belleza del cabuchón de zafiro utilizado en la corona.
En el interior vibra el calibre 9465 MC con certificación Poinçon de Genève, la caja es de platino y se extiende hasta los 45 mm de diámetro, abrazándose al pulso mediante una correa de cocodrilo azul.
Rotonde de Cartier Reloj Misterioso Día y Noche
Esta pieza presta su caja y carátula a dos complicaciones históricas, en principio la indicación día y noche, pero en la parte técnica el calibre misterioso que hará que el indicador principal parezca flotar sobre el abismo.
Cartier ahora reúne estas dos complicaciones por primera vez en la relojería: el Sol, movido de izquierda a derecha por el misterioso movimiento, parece levitar en la mitad superior de la carátula, antes de pasar a la Luna. Mientras que el Sol y la Luna indican a su vez las horas del día y la noche cuando los minutos –retrógrados– se muestran en la mitad inferior del dial.
Esta lectura aerotransportada del tiempo se magnifica por la yuxtaposición del acabado guilloché y el filtro solar satinado en la carátula.