¿Zenith cambió la relojería para siempre? DefyLab * Watches World
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¿Zenith cambió la relojería para siempre? DefyLab


 |  28 noviembre, 2017

La regulación en un reloj mecánico es tan tradicional, mágica y virtuosa, como obsoleta. Y si bien la apreciamos y admiramos debido a su complejidad, la realidad es que la precisión máxima no ha sido posible de alcanzar bajo esta construcción, y jamás lo será.

Si bien resulta presuntuoso indicar que ésta, la que nos ocupa el día de hoy, es la mayor innovación en la regulación mecánica desde el principio de muelle espiral desvelado por Christiaan Huygens en 1675, sí es cierto que la tecnología, las matemáticas y nuestro tiempo han posibilitado la creación del sistema mecánico más avanzado y preciso jamás construido, un hito matemático. Y todo ello ha sido propiciado por el liderazgo de Guy Sémon y su equipo de R&D Institute del Grupo LVMH en su división de relojería.



 

Este team, que ha transformado la relojería de cara a los próximos años, lleva por nombre DefyLab, el cual fue designado para Zenith y fue presentado en Ginebra. Aunque no nos invitaron a conocerlo de primera mano, esta pieza merece toda la atención y respeto por parte de quienes conformamos el equipo de Watches World.

 

El oscilador tradicional

Un oscilador armónico-tradicional es aquél en el que se desarrollan diferentes trabajos en armonía: cuando el oscilador es empujado desde su posición neutral (colgando hacia abajo, en el caso de un péndulo), es devuelto a su posición neutral por alguna fuerza de restauración que es siempre proporcional a la fuerza perturbadora. Con ello se obtiene un ritmo que, mientras más equivalente, será más preciso. Este tipo de osciladores se ven perturbados por diferentes fuerzas como la gravedad, el cambio físico de los materiales y distintos elementos que modifican su balance inicial. Es por ello que hablamos de rates de precisión, de ajustes a la espiral o de materiales innovadores que burlan el paso del tiempo y sus incidencias, la temperatura o el desgaste. Asimismo, a la capacidad de una espiral −hablando de un reloj mecánico dotado de este sistema− para mantener la misma frecuencia sin importar la fuerza perturbadora, se le conoce como isocronismo.

La carrera por la precisión en los últimos años ha iniciado con la presentación del silicio a principios del milenio. Este descubrimiento, que revela las bondades del material utilizado en elementos clave de la relojería, ha ayudado a que OMEGA, Rolex, Seiko y Patek Philippe se batan en una contienda por conocer qué reloj puede ser el más preciso de acuerdo a verificaciones por parte de METAS, Rolex, Patek Philippe y COSC.

Con estos lanzamientos de tecnología, la precisión de una pieza ha aumentado dramáticamente, y en algunos casos particulares, se evitan las incidencias del magnetismo, el cambio de temperatura y las alteraciones en la posición, además de eliminar necesidades cuantiosas de lubricación, etcétera. Sí, todos estos agentes inciden en el rate final de un reloj, aparte de ofrecer protección contra situaciones de choque, impermeabilidad y otros.

Ahora bien, hace algunos años se consideraba imposible alcanzar algún tipo de mejora sin modificar la regulación de manera total. Con ello me refiero a los relojes atómicos, etcétera. Ya que al ser ésta una industria tan romántica en donde los procesos y la tradición son esenciales para preservar el oficio de la Alta Relojería, se deben encontrar soluciones creativas que conserven esos principios tan esenciales que nos hacen admirarla.

El sueño

En un reloj mecánico, la solución ideal para un isocronismo perfecto consistiría en una que no sea susceptible a las variaciones de la velocidad posicional, que no se vea afectada por el magnetismo o los cambios de temperatura, y en la que la fricción se pueda eliminar tanto en el punto de impulso como en los puntos de rotación (vaivén) del oscilador. Ésta es la solución que los líderes de la industria han buscado en los últimos años mediante la adición de nuevos materiales en componentes esenciales como: la espiral, las paletas y ruedas de escape y algunos elementos para el desarrollo de sistemas de entrega de fuerza constante. Con ello se puede producir una mejora significativa en la estabilidad de la velocidad, pero, por supuesto, mejores soluciones son un tema de investigación activa. Y uno de los más interesantes, es el sistema oscilante que Zenith está utilizando en el nuevo calibre ZO 342, albergado en una caja de aleación de titanio de avanzada llamada Aeronith.

La diferencia más notable es que dista mucho de un calibre regular. Es decir, no hay espiral, ni palanca de escape ni existe un sistema antichoque convencional. En reemplazo, notamos un disco desarrollado en silicio que combina las funciones esenciales del oscilador con un sistema de escape. Sí, lo complicado de lo simple: se eliminan 30 componentes si se toma en cuenta un mecanismo tradicional, ya que diremos adiós también a las paletas de rubí, sus pivotes, tornillería y demás.

La realidad: un nuevo oscilador que revolucionará la producción.

Si bien se reemplazan dichos elementos, el principio sigue siendo el mismo que hace más de 300 años. Este oscilador utiliza la técnica de fabricación DRIE (grabado de ion reactivo profundo) y cada unidad es estructural e idéntica al resto, lo cual elimina problemas de fabricación y fiabilidad para la manufactura tradicional. Imagínese una industria automotriz en donde es necesario hacer miles de componentes iguales con tolerancias preestablecidas. A esa dirección nos encaminaremos con la relojería tradicional, que sustituirá enormes jornadas laborales y tests finales a favor de una producción en laboratorio que llevará pocos minutos y será totalmente confiable.

Este oscilador posee dimensiones aproximadas de 30 mm y se fija gracias a tornillos. Sin embargo, el elemento exterior circular puede vibrar de un lado a otro. Hay tres láminas de silicio extremadamente finas (20 micrómetros de grosor) que se extienden desde el centro hasta el borde interno del círculo, que cumplen el mismo papel que una espiral, ya que actúan como resortes y son la fuerza de restauración en el oscilador. Una de las características más interesantes es que el círculo exterior [no] una periferia que da sustancia al organismo completo, pero está dividido en tres zonas que, a su vez, están unidas mecánicamente por una hoja doble del mismo material que se extiende desde una terminal en forma de L hasta cada uno de los segmentos mencionados. Estos últimos tienen ranuras ovaladas y reciben unos componentes milimétricos que cumplen la función de un Incabloc, a fin de evitar desplazamientos laterales que puedan alterar la precisión del oscilador.

En cuanto al áncora tradicional del elemento del escape, se cambia por dos pequeños dientes que se extienden de un brazo externo al oscilador. Ellos cumplen el papel fundamental de un sistema de escape, que es: bloquear y desbloquear a la rueda para que el tren de engranajes avance de manera armónica y permita la indicación del tiempo, además de obtener energía del tren para dar el impulso necesario al oscilador.

Destaca también la manera en la que, con este componente de fabricación única, se obtienen los diferentes movimientos y trabajos. Es decir, las láminas de silicio están conectadas al borde, se flexionan de manera lateral para proporcionar la fuerza de restauración cuando el oscilador vibra a través de seis grados de amplitud. Este conjunto está conectado para restablecer las fuerzas laterales y verticales producidas en esta escala de construcción.

En funcionamiento

Cuando el oscilador vibra hacia adelante y hacia atrás, el brazo que lleva los dientes (las paletas del escape) se flexiona, lo que permite que las paletas cierren y desbloqueen los dientes de la rueda de escape. Éstos, a su vez, dan un pequeño impulso transmitiendo energía al oscilador.

Todo el sistema vibra a una frecuencia muy elevada: 15 hercios o 108,000 alternancias por hora, que además se complementa con una buena cantidad de reserva de marcha: 60 horas. El rendimiento es notable porque no hay pivotes de equilibrio, ni un resorte convencional. La variación de la tasa de posición es prácticamente nula, y con solo seis grados de amplitud (frente a 300+ en un equilibrio convencional), el sistema muestra una variación máxima en el rate de precisión de ± 0.5 segundos en más de 48 horas, muy por encima de COSC, que certifica –4 +6 segundos de desviación.

El DefyLab está certificado como cronómetro por el Observatorio de Besançon, en Francia, y se ajusta a la norma ISO-3159 bajo el estándar internacional de cronometría. La resistencia al magnetismo también es sobresaliente, pues sin llegar a los 15,000 Gauss de OMEGA, ofrece 1,100 Gauss, más que suficiente para las labores y exposición al magnetismo de nuestro tiempo.

“Sin tradición no hay futuro. Pero sin innovación tampoco hay futuro. Zenith es el futuro de la relojería”: Jean-Claude Biver.

  • DefyLab es el primer y único reloj mecánico que incorpora tanto una evolución como una mejora al sistema de regulación de 1675.
  • Un nuevo oscilador que forma un conjunto monolítico y está hecho de silicio monocristalino, reemplaza a la espiral. Los 30 componentes de un órgano regulador estándar se sustituyen por un solo elemento de 0.5 mm de espesor.
  • Este impresionante desarrollo late a la increíble frecuencia de 15 Hertz, con una amplitud de +/- 6 grados, y está dotado de una reserva de marcha de casi 60 horas.
  • Esta frecuencia le otorga un grado de precisión excepcional, casi 10 veces superior. Su tasa media de desviación diaria es de 0.3 segundos. Hoy, COSC ofrece certificación por -4 segundos a +6 segundos.
  • Este nuevo oscilador mantiene el mismo grado de precisión para el 95% de su reserva de potencia.
  • No hay necesidad de lubricación, gracias a la ausencia de fricción o desgaste.
  • La insensibilidad a los gradientes de temperatura, la gravedad y los campos magnéticos, elimina las debilidades clave de los ensamblajes de balance y resorte actuales que están sujetos a deformación y/o a dilatación, con lo que se reduce la precisión.
  • DefyLab cuenta con triple certificación, incluyendo la certificación de cronómetro por el Observatorio de Besançon, en nombre de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas. Con respecto al comportamiento térmico, se ha ampliado el espectro de la norma ISO-3159: se certifican variaciones de alrededor de 0.3 segundos por día y por grado Celsius de desviación, que es el doble de la cifra recomendada. Por último, el reloj cumple con los criterios magnéticos ISO-764, superándolos en 18 veces (para el reloj completado), lo que significa que puede soportar 88,000 amperios por metro o 1,100 Gauss. 
  • Este mecanismo abre novedosas perspectivas y entra en una nueva dimensión, que representa nada menos que una reinvención del principio de Huygens con otro sistema mecánico.
  • Los primeros 10 relojes ZENITH DefyLab (10 versiones diferentes, cada uno es distinto) se venden en una excepcional caja de coleccionista. Todos ya están prevendidos.
  • Estéticamente cuenta con una caja de aleaciones de titanio llamada Aeronith, totalmente ligera y mucho más resistente que el acero tradicional.
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ESCRITO POR

…Ya entendería yo, con cada pieza de alta relojería, que la mayor parte de lo que llamamos extraordinario se disfruta sin percatarse del paso del tiempo, pero mirando el reloj.



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