Por: Mariana Valtierra y Zazil Barragán
Un mundo en donde destacan elementos como tiempo, talento, dedicación, materias, herramientas, emoción e inteligencia se devela con Hermès a Puertas Abiertas. Un espacio dedicado a rendir homenaje a todo el trabajo oculto detrás de las creaciones de la firma, y el cual estará disponible hasta el 12 de junio en el Parque Lincoln de Polanco, Ciudad de México.
El valor de cada una de las mascadas, relojes, corbatas y demás creaciones de la marca, en realidad está detrás del meticuloso trabajo de los artesanos que ponen su mayor empeño y devoción para lograr un trabajo perfectamente elaborado. Los asistentes podrán ser testigos del paso a paso para el nacimiento de objetos que sencillamente hacen la vida más bella. En Hèrmes a Puertas Abiertas, es posible caminar entre diferentes stands guiados por expertos que resuelven cada duda y discuten todo con respecto a su labor dentro de la firma. A continuación te compartimos un poco de lo que podrás ver ahí adentro:
Relojero
Quizá una de las estaciones más complejas y minuciosas de todos los procesos Hermès. Cada pieza es armada con suma delicadeza por un relojero que sabe exactamente cómo y en dónde colocar los minúsculos componentes del movimiento de reloj. El momento del ensamblado es un sabio rompecabezas mecánico que como resultado ofrece relojes de gran calidad y precisión.
Desde un pivote hasta la platina, todo tiene un papel fundamental en la construcción del motor del reloj. Para ensamblarlo, el relojero utiliza herramientas como desarmadores especiales con un color diferente en cada mango, para distinguir cuál es el necesario para cada cabeza de tornillo.
Impresor de seda
Para imprimir los preciosos motivos Hermès en la seda, el artesano emplea una técnica llamada “marco plano” o “marco de Lyon”, en la cual se tensa un rollo de seda sobre una mesa de impresión. Encima se coloca un marco de acero cubierto por una gasa en forma plana.
El primer color se deposita con la ayuda de un raspador de hule, y así sucesivamente con cada uno de los tonos, cuidando que siempre sea uno solo por marco. Poco a poco se va formando el dibujo y al final únicamente resta secarlo, fijarlo, lavarlo y preparar el carré o trabajo de seda.
Grabador de seda
Un diseño compuesto por 30 colores requiere desde 400 hasta 2 mil horas de trabajo. El grabador de seda e infografista funciona a partir de una maqueta de tamaño real realizada a mano que se luego se digitaliza. Anteriormente se empleaba papel calca, pero ahora se selecciona gradualmente el dibujo con una tableta gráfica.
Cada color se transfiere por medio de su estilete con el fin de crear efectos de materia como difuminados y contornos. Es posible amplificarlo para trabajar los detalles, por ello, la infografía digital otorga gran precisión y calidad de impresión.
Enrolladora
En esta estación es en donde se efectúan los trabajos finales de todos los carrés. Primero se tensa la seda con una pinza acolchada y posteriormente -con el pulgar y el índice izquierdos- la enrolladora toma la orilla y la enrosca, del exterior al interior. Con una aguja en la mano derecha, se pica rápidamente cada centímetro de la tela. Así el hilo de seda se desliza sin nudo y sin costura.
La meticulosa maniobra de este paso requiere por lo menos 12 meses de aprendizaje, en ella se trabajan materiales como twill, cashmere y muselina de seda, entre otros.
Pintor de porcelana
Los artesanos de Hermès pintan cada pieza de porcelana a mano. El trabajo requiere de especial atención a los detalles y es por ello que se emplean pinceles finos de pelo de marta para pintar, junto con una pluma dura para delinear los contornos. Los tonos lisos se aplican a través de esponjas que proporcionan suaves toques de color.
El resplandor de la pieza dependerá de la adecuada proporción de pigmentos y control de cocciones, en donde el fuego también forma un papel fundamental, pues generalmente se requieren seis o siete quemas a una temperatura de 800 C.
Guarnicionero
Una más de las estaciones que embellecieron el recinto a través de la dedicación y alta calidad de sus piezas expuestas. El guarnicionero es aquel artesano que fabrica sillas de montar con el fin de proporcionar comodidad, confiabilidad y resistencia al jinete.
La bella montura está hecha en armazón de madera con diversas piezas de cuero y clavos fabricados para garantizar resistencia. Los artesanos adornan, perfilan y cosen a mano la silla, almohadillas y faldones con el fin de dar el toque final de Hermès.
Marroquinero
Parecería que el orden y la organización no son las principales características de un marroquinero, pues en su mesa habitan todo tipo de telas, hilos de lino, piezas de piel, pinzas de coser y más materiales que posteriormente son cosidos y ensamblados para dar vida a hermosos bolsos, cinturones y botas diseñadas por artesanos altamente calificados.
El gancho es el principal instrumento ocupado por los marroquineros, ya que sus dientes espaciados de forma regular ayudan al artista a marcar los puntos de referencia en donde se perfora y se cose la piel.
Confeccionista de Corbatas
Una bella corbata de seda siempre será la mejor carta de presentación para un hombre elegante con un gusto indiscutible. Su suavidad y fluidez es sinónimo de distinción, por ello la pasión y el buen gusto de Hermès busca reflejar su espíritu en el diseño de cada una de las corbatas montadas, dobladas y cosidas a mano, siempre siguiendo las reglas del arte de la firma.
Aún estás a tiempo de ver con tus propios ojos cómo nace cada miembro de la familia Hermès. Corre al Parque Lincoln en Polanco antes del 12 de junio. ¡Te va a encantar!