No por nada fue nuestro reloj de portada en invierno del año pasado, y ahora está listo para conquistar tu muñeca gracias renovado diseño, veloz, más Aquaracer.
Sí estimado lector, también el deporte acuático se vive con intensidad, más cuando se practica a su máxima expresión: profundidad, velocidad y disciplina. Cada una de las características anteriormente citadas se cruza con el camino y creación de una pieza sumamente espectacular, develada hace poco más de 30 años por la Swiss Avant-Garde.
Nos referimos al reloj que hace al océano latir debido a su velocidad: Aquaracer de TAG Heuer lleva el espíritu deportivo y racing a los siete mares, y más allá de su capacidad hermética –de hasta 300 m– las líneas de díselo atemporales, elegantes y deportivas, forman parte de la sociedad que desea portar en su muñeca algo más que un instrumento para medir el tiempo, sino todo un ejemplo de precisión cronométrica a prueba de tormentas y huracanes.
Dotado de un mecanismo automático Calibre 5, que late a una frecuencia de 28,800 alternancias por hora, el nuevo instrumento de precisión marina se extiende hasta los 40.5 mm de diámetro, mientras que se abrazará a su muñeca gracias a una correa de caucho de alta resistencia a la salinidad, o si lo prefiere mediante un brazalete de acero inoxidable con eslabones “H-Link”. Asimismo, destacamos las diferencias con respecto al modelo la generación anterior: presenta un bisel recto y colocación del logotipo TAG Heuer/Aquaracer en punto de las 12 h, la graduación de minutos grabada directamente en el bisel, un nuevo patrón de carátula con indicadores triangulares y corona de mayores dimensiones.