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Rolex, héroes del océano


 |  15 junio, 2021

Para el fundador de Rolex, Hans Wilsdorf, el mundo era un laboratorio a cielo abierto. Desde la década de 1930, empezó a utilizarlo como campo de pruebas para sus relojes, enviándolos a los lugares más extremos en la muñeca de exploradores que se adentraban en lo desconocido. Pero el mundo ha cambiado.

A medida que avanza el siglo XXI, la marca ha pasado de abogar por la exploración en aras del descubrimiento a proteger el planeta. Reforzó este compromiso en 2019 mediante la puesta en marcha de la iniciativa Perpetual Planet, que apoya a individuos y organizaciones que, a través de la ciencia, tratan de comprender los desafíos medioambientales y de encontrar soluciones que restauren el equilibrio de nuestros ecosistemas.



Perpetual Planet está integrada actualmente por la iniciativa Mission Blue de Sylvia Earle —con la que Rolex se asoció ya en 2014—, que busca la conservación de los océanos a través de una red de áreas marinas protegidas denominadas Hope Spots; una alianza reforzada con la National Geographic Society para estudiar los efectos del cambio climático; y los Premios Rolex a la Iniciativa, que desde hace 45 años respaldan a individuos con proyectos innovadores que mejoran el conocimiento sobre nuestro planeta.

Exploradores de lo extremo

Rolex tiene un vínculo con algunos de los mayores hitos de la exploración del último siglo. En 1933, la marca equipó a la expedición británica al Everest y, en 1953, a la histórica expedición de sir John Hunt, cuando sir Edmund Hillary y Tenzing Norgay se convirtieron en los primeros hombres en alcanzar la cima del Everest.

En honor a este logro, Rolex lanzó el reloj Explorer en 1953. Con el tiempo, el modelo Explorer fue mejorado con una caja reforzada y una carátula más legible para afrontar las condiciones más extremas. Desde entonces, el Explorer se ha enriquecido con cada avance técnico de los relojes Rolex, manteniéndose fiel a su emblemático diseño.

Manteniendo este apoyo a la exploración, en 1954 Rolex formó una de sus colaboraciones más duraderas, una alianza con la National Geographic Society.

En 1960, tras haber acompañado a los alpinistas hacia las más altas cumbres, Rolex se incorporó a la exploración de los fondos marinos, en particular la fosa de las Marianas en el Pacífico occidental, que equivale a la cima del Everest más unos 2000 metros.

El batiscafo Trieste, pilotado por Jacques Piccard y Don Walsh, transportó un reloj Oyster experimental (el Deep Sea Special) fijado al exterior cuando descendió a una profundidad récord de 10 916 metros. El reloj funcionaba perfectamente cuando el batiscafo salió a la superficie a pesar de la enorme presión a la que había estado sometido. Piccard y Walsh fueron los únicos en llegar al fondo del océano en los siguientes 50 años.

Exploradores vinculados con Rolex

Desde principios de los 80 hasta los primeros años del siglo X XI, muchos exploradores, entre los que se incluían alpinistas, buceadores y científicos, se asociaron con Rolex o se hicieron Testimoniales de la marca, batiendo récords y demostrando su capacidad y resistencia equipados con relojes Oyster Perpetual. Los relojes Rolex han sido compañeros inseparables y herramientas fundamentales en su trabajo. Este grupo incluye:

  • El conservacionista americano de origen alemán George Schaller, que ha desempeñado un papel decisivo para prevenir la destrucción del medio ambiente. Ha colaborado en la creación de más de 20 reservas naturales en el mundo y en la protección de algunos animales en peligro, como los gorilas de montaña en la República Democrática del Congo y los leopardos de las nieves en Mongolia.
  • El paleoantropólogo y conservacionista Richard Leakey, reconocido en todo el mundo por sus descubrimientos de fósiles vinculados con la evolución humana y su compromiso con la gestión responsable del medio ambiente en África oriental.
  • El alpinista estadounidense Ed Viesturs que, durante su proyecto Endeavor 8000 completado en 2005, escaló las 14 montañas más altas del mundo, alcanzando las cimas de más de 8000 metros sin oxígeno suplementario.
  • El explorador polar y alpinista belga Alain Hubert, que creó en 2002 la Fundación Polar Internacional para apoyar la ciencia polar como herramienta clave para entender el cambio climático. La Fundación Polar Internacional recaudó fondos para la construcción de una nueva estación de investigación internacional en la Antártida, diseñada para funcionar mediante energías renovables. Hubert cree que estas iniciativas pueden ser un estupendo vehículo de comunicación sobre nuestro planeta.
  • El alpinista suizo-canadiense Jean Troillet, que escaló el Everest en 1986 y que se convirtió en el primer hombre en descender en snowboard por la cara norte en 1997. Poseedor del récord de velocidad de ascenso del Everest por la cara norte, Troillet ha escalado 10 cumbres de más de 8000 metros, todas sin llevar oxígeno.
  • El noruego Rune Gjeldnes, que en 2006 se convirtió en la única persona en cruzar los tres grandes casquetes glaciares —Groenlandia, el océano Ártico y la Antártida— con esquís y sin asistencia.

Compromiso con un planeta perpetuo

Los exploradores actuales están cada vez más preocupados por el equilibrio de los ecosistemas de la Tierra. Por consiguiente, el objetivo de sus expediciones y proyectos ha pasado de ser el descubrimiento a la concienciación sobre la fragilidad del planeta, así como a catalizar y diseñar soluciones para los desafíos ambientales. A través de sus alianzas, colaboraciones y programas, Rolex defiende a estos exploradores como parte de su compromiso con un planeta perpetuo.

Premios Rolex a la Iniciativa

Los Premios Rolex a la Iniciativa se instituyeron en 1976 para conmemorar el 50.º aniversario del primer reloj hermético de pulsera: el Oyster. Con este programa, la compañía apoya a personas excepcionales cuyos proyectos innovadores nos hacen conocer mejor el mundo, protegen el medio ambiente —ayudando a conservar hábitats y especies— y mejoran nuestro bienestar. Los 150 hombres y mujeres seleccionados como Laureados desde los inicios del programa han tenido un efecto extraordinario. Se calcula que unos cinco millones de personas, en todos los rincones del planeta, se han visto beneficiadas: se han plantado unos 18 millones de árboles; se han protegido 34 especies en peligro de extinción y 26 ecosistemas de los más importantes del mundo, incluyendo 57 600 km2 de selva tropical amazónica; se han descubierto cientos de especies nuevas; se han llevado a cabo 16 audaces expediciones y se han desarrollado 48 técnicas innovadoras para diversas aplicaciones.

Entre los exploradores galardonados con los Premios Rolex destacan: Francesco Sauro, que dirige expediciones científicas a las profundidades de las cuevas de los tepuyes sudamericanos; Cristian Donoso, que navegó en kayak por la costa occidental de la Patagonia, documentando esta espectacular región para llamar la atención sobre su valor; Joseph Cook, que estudia la capa de hielo de Groenlandia para comprender la influencia que los microorganismos tienen en el calentamiento global; Lonnie Dupre, cuyas expediciones árticas sirven para concienciar sobre los riesgos del cambio climático. Entre los Laureados también figura Miranda Wang, que encabeza un innovador proceso de conversión de los residuos plásticos en materiales valiosos para una economía circular.

Las nuevas tecnologías de seguimiento desarrolladas por los Laureados Rolex proveen cámaras en tierras inexploradas, así como un arma poderosa en la carrera por salvar especies en peligro. Por ejemplo, el zoólogo inglés Rory Wilson creó el Daily Diary, un sensor electrónico ligero que proporciona datos valiosos sobre el comportamiento de los animales, como los pingüinos y los leopardos.

Mission Blue de Sylvia Earle

Sylvia Earle, Testimonial Rolex desde 1982, es pionera en la exploración submarina desde hace más de medio siglo. En 1970 participó en uno de los programas de vida bajo el mar más ambiciosos. En el marco del proyecto de investigación del gobierno de los Estados Unidos Tektite II, encabezó una misión completamente femenina, durante la cual vivió y trabajó junto a otras científicas en un par de silos metálicos anclados en el fondo del mar en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, donde llevaron a cabo investigaciones y diversas tareas. Comprometida defensora de los océanos, está dispuesta a inspirar a otras personas para ver por sí mismas su belleza y vulnerabilidad.

Desde 2009, a través de su iniciativa Mission Blue, Earle alienta a comunidades y gobiernos a proteger la vida marina que está en peligro debido a la actividad humana mediante áreas protegidas que denomina Hope Spots. Son zonas de los océanos que se consideran fundamentales para la preservación de las especies. Su importancia puede radicar en su biodiversidad, en el hecho de que sean el hogar de especies raras, endémicas o en peligro, o bien lugares donde las comunidades locales dependen de un entorno marino sano para su sustento.

Con el apoyo de Rolex desde 2014, el número de Hope Spots ha pasado de 50 a más de 130. Earle contribuye a un movimiento global que pretende proteger un 30 % de los océanos del mundo para el 2030. Actualmente solo el 8 % de los océanos está protegido.

Algunos Hope Spots se han creado en áreas marinas protegidas (MPA) existentes. En los lugares en los que no existe ningún tipo de protección, el consejo de Mission Blue, en colaboración con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), le concede su estatus como Hope Spot y elabora un plan de conservación con las poblaciones locales, las organizaciones medioambientales y los gobiernos.

Las Palaos, un grupo de islas de Micronesia, son uno de estos Hope Spots. “El 80 % […] es ahora un refugio de paz para la fauna marina, dedicándose el resto a la pesca para alimentar a la población local”, explica Earle.

National Geographic Society

En 2017, Rolex reforzó su larga colaboración con la National Geographic Society para promover la exploración y conservación. Ahora los dos asociados se han unido para planificar una serie de tres expediciones que brindarán respuestas a preguntas fundamentales sobre los impactos del cambio climático en los entornos vitales.

Esta asociación cuenta con experiencia científica de renombre mundial y tecnología de vanguardia para revelar nuevos conocimientos sobre los impactos del cambio climático en los sistemas que sustentan la vida en la Tierra: las montañas como las “torres de agua” naturales, los bosques tropicales como los pulmones del mundo y el océano como su sistema de climatización.

La primera expedición, al Everest, respaldada por esta colaboración comenzó en abril de 2019 y concluyó en junio del mismo año. El equipo, liderado por National Geographic y la Universidad de Tribhuvan, se fijó como objetivo comprender mejor los efectos del cambio climático en los glaciares del Hindú Kush-Himalaya, que proporcionan recursos hídricos fundamentales a mil millones de personas río abajo. Esta información, acompañada de una serie de datos adicionales sobre el suministro de agua y demanda en la región, estableció la base de un nuevo índice para monitorizar la salud de los sistemas hidráulicos más importantes y vulnerables del mundo y tomar decisiones que ayuden a protegerlos.

El siguiente paso se dio a principios de 2021, cuando un equipo de exploradores y científicos de National Geographic instalaron una estación meteorológica —la más elevada de los hemisferios sur y occidental— justo bajo el pico del volcán Tupungato, en los Andes meridionales.

Con la instalación de esta estación meteorológica, la ciencia dispone de una ventana a los procesos atmosféricos que tienen lugar en lo más alto de los Andes chilenos. Estas montañas, uno de los depósitos de agua más vulnerables del mundo, proporcionan suministro de agua a más de 6 millones de habitantes de la zona de Santiago. Estas expediciones contribuyen a lograr el objetivo de un planeta perpetuo ampliando los límites del descubrimiento científico y la exploración hasta los confines más elevados de la Tierra.

Royal Geographical Society

Aunque Rolex se hizo oficialmente benefactor corporativo de la Royal Geographical Society (RGS) en Londres en 2002, la marca ha establecido una larga colaboración con esta institución que se remonta a los años 1930, cuando empezó a equipar a las expediciones al Everest. A lo largo de los años, Rolex ha apoyado muchas expediciones históricas, incluyendo en 1986 la investigación del desarrollo temprano de las arenas de Wahiba en Omán, su ecosistema y el impacto del reciente cambio en los desiertos del país. La expedición documentó la diversidad del terreno, señalando 16 000 invertebrados, otras 200 especies de fauna y 150 especies de flora autóctona.

Expediciones Under the Pole

Rolex patrocina las expediciones Under the Pole, que sobrepasan los límites de la exploración submarina. La expedición inaugural en 2010, Deepsea Under the Pole by Rolex, creó un reportaje cinematográfico y fotográfico sobre el mundo submarino de los casquetes polares del Ártico, cerca del polo norte geográfico. En la expedición Under the Pole III (2017-2021), los buceadores y científicos navegan desde el Ártico hasta el Antártico, a través del océano Pacífico y del Atlántico, para explorar los ecosistemas y completar la investigación en biología marina, sistemas polares y fisiología del buceador. En la Polinesia Francesa estudian el ecosistema de arrecife local, que requiere una inmersión profunda extremadamente técnica a la zona mesofótica, una capa de agua situada entre 30 y 150 metros aproximadamente bajo la superficie del océano. También han desarrollado y probado una cápsula de buceo que les permitirá permanecer sumergidos durante mucho tiempo para observar la vida marina. Su trabajo proporcionará información esencial sobre la salud de los océanos.

Monaco Blue Initiative

La Monaco Blue Initiative se presentó en 2010 a petición del príncipe Alberto II de Mónaco. Cada año reúne a científicos, ecologistas, representantes gubernamentales y empresarios para abordar los desafíos mundiales de la protección y preservación de los océanos. Rolex ha sido socio de la organización desde 2011.

Fomentando el espíritu de los futuros exploradores

Rolex apoya a organizaciones e iniciativas de concienciación medioambiental y respalda a futuros exploradores, científicos y conservacionistas mediante becas y ayudas. En 1974, Rolex unió fuerzas con Our World-Underwater Scholarship Society, una comunidad internacional de profesionales marítimos cuya investigación se dedica a los océanos. A través de su relación, la empresa ha financiado becas a jóvenes que se plantean desarrollar carreras en el mundo submarino.

Desde 2017, la empresa ha concedido cada año hasta cinco becas a jóvenes exploradores a través de The Rolex Explorers Club Grants. Las becas se conceden en colaboración con The Explorers Club en Nueva York, fundado en 1904 para financiar y promover la exploración científica.

Perpetuar el legado

La visión y los valores de Hans Wilsdorf constituyen todavía hoy los fundamentos de la marca. Rolex conserva el legado de su fundador, desde la exploración por el puro descubrimiento hasta la exploración como medio para preservar la naturaleza.

Durante casi un siglo, Rolex ha apoyado a exploradores pioneros que han desafiado los límites de la actividad humana. Gracias a la iniciativa Perpetual Planet, lanzada en 2019, Rolex establece un compromiso a largo plazo para apoyar a exploradores en su misión por proteger el medio ambiente. El inicio de este compromiso lo marcan los Premios Rolex a la Iniciativa y la colaboración con la National Geographic Society y la iniciativa Mission Blue de Sylvia Earle. Pero esto es solo el comienzo.

Continúa con: Rolex, el sueño de un planeta perpetuo.

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…Ya entendería yo, con cada pieza de alta relojería, que la mayor parte de lo que llamamos extraordinario se disfruta sin percatarse del paso del tiempo, pero mirando el reloj.



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