Una compañía que dice más de la persona que cualquier otra, habla del comportamiento del ser humano y de las decisiones que toma a partir de su carácter. Y es que en ocasiones, éste lo es todo, y en ésta particular no es la excepción.
Rick de la Croix es un visionario que ejecuta planes exitosos llenos de creatividad porque conoce al mercado y, desde el punto de vista de producto, lo que ha hecho es lo que los pioneros de industria realizaron cuando lanzaron una compañía, es decir, se posesionaron en un escalón diferente, obedecieron a sus valores y buscaron ser líderes en lugar de seguir. Watches World tuvo la oportunidad de platicar con este importante personaje, que cuenta con un camino virtuoso en la horología, pero que confiesa aún queda mucho por recorrer…
Watches World: ¿Cómo comienza su camino en este mundo?
Rick de la Croix: Tengo más de 20 años trabajando en el mundo de relojes, he participado en el departamento de producto y mercado de TAG Heuer, así como Corum donde hice experiencia comercial para finalmente emprender mi empresa en 2004, primero como representante de distribución de marcas de relojes, y ahora presento mi propia marca posterior a 20 años de trabajo, su nombre es Bomberg.
WW: ¿Quién sería su mentor en la relojería?
R.C: La primer persona que me abrió la puertas a este mundo fue Mr. William, quien en el segundo periodo de los 80 fungía como presidente de TAG Heuer, luego trabajé con Severin Wunderman durante mi época en Corum, en la que pudimos desarrollar tanto el conocido modelo burbuja como el Admiral´s Cup. Sin embargo mi más grande inspiración ha sido Jean-Claude Biver, a quien considero como mi amigo, mi maestro y con quien empecé en Hublot en el 2004.
WW: Podría compartirnos más con respecto a la influencia de Mr. Biver en su vida y su trabajo…
R.C: No sería bueno utilizar la palabra padrino, pero es alguien que me ha apoyado; creo que hay mucha gente exitosa en la vida, pero no creo que el éxito o la inteligencia lo que te hace llegar a donde estás, necesitas una oportunidad, y él me dio la «chance» de empezar la empresa Hublot con él, de relanzarla en 2004. Es una persona de la cual aprendes día a día, es com ir a la escuela y tomar clases diariamente. Gracias a él he tenido la oportunidad de seguir creciendo en el Grupo LVMH, y por ello le estoy muy agradecido.
WW: ¿Cómo surge Bomberg?
RC: Yo estaba un poco aburrido de la creación de un reloj en un segmento definido de precio, el cual representa una de las primeras compras de un reloj. El público de 18 a 25 años que buscaba una marca nueva, y faltaba esto. Existen firmas muy conservadoras y poco creativas, por lo que el joven estaba perdiendo interés en los relojes y prefería comprar un gadget de última generación a invertir en un reloj. Para revertir la situación la creatividad fue mi principal objetivo, tanto a nivel de producto como en nivel de mercadeo, quería provocar una expectativa a partir de la pieza y de la campaña, como lo fue el hombre lleno de tatuajes, y salir de la dirección en la que estábamos. Mi filosofía es «Defy conformity», que significaba dejar el mundo relojero redondo de tres agujas para crear algo totalmente diferente.
WW: ¿Cuáles son las ventajas de Bomberg respecto a las otras marcas?
RC: Utilizamos el año 68 por su significado revolucionario (Bolt 68), tanto Estados Unidos quería enviar una nave al espacio, como en la relojería nuevos movimientos. Lo que yo quise hacer es modificar el estilo de portarlo sin restar elegancia. Se puede montar en la muñeca, pero también puede ir colgado de la ropa como reloj de bolsillo.
WW: ¿Qué motivó la decisión de cambiar la producción a Swiss Made?
RC: Yo fui educado en el mundo del lujo, y el precio no lo es todo, sino la calidad. Por lo que al final del día me sentía incómodo haciendo productos no hechos en Suiza y modificamos esta visión para entregar movimientos Ronda y Concepto en mecanismos de cuarzo y automáticos –respectivamente–.
WW: ¿Cuáles son los países que mejor han abrazado a Bomberg?
RC: Hoy en día estamos presentes en 18 países, con un trabajo de distribución a detalle, que no solo busca vender relojes, sino generar una industria que crea en el producto y la creatividad del mercadeo. México es un gran ejemplo de recepción para la marca, pues comenzamos hace tres años y ahora tenemos 75 puntos de venta con una fuerte presencia en las joyerías más prestigiosas como en las principales cadenas departamentales.
WW: ¿Qué le hace falta conseguir a Rick de la Croix?
RC: Personalmente creo que soy muy afortunado, tengo salud, tengo una familia que me quiere, tengo un equipo al que le gusta trabajar y generar nuevas ideas, sin conformarnos y que se sale del pensamiento general para crear instrumentos que nos apasionen.
WW: ¿Cuál ha sido el mayor reto en su carrera?
RC: La consistencia, seguir como independientes desde hace más de 10 años. Tengo un equipo y clientela leal, lo cual para mí es muy importante. Creo que el mayor reto no significa llegar, sino mantenerse y conservar esa humildad de trabajo duro.
WW: ¿Ha pensado en construir una colección femenina?
RC: Al principio no, porque yo quería que Bomberg fuera una marca enfocada a los hombres, pero muchas mujeres nos han escrito y solicitado la creación de un reloj con el espíritu de la marca, un estilo «rock & roll» para la mujer que no se conforma con nada, por lo que los últimos 18 meses he estado pensándolo seriamente.
WW: ¿Cuál sería su definición de lujo?
R.C: Es un estilo de vida, que engloba el vivir bien, estar sano, tener bienes materiales que exhiban nuestra personalidad.
WW: ¿Qué es Toys for Boys y Bolt 68?
R.C: Es algo más que un reloj, es un juguete para hombres que lee el tiempo de diferente manera. Su cadena y sistema de bayoneta van mucho más allá que el reloj tradicional, por lo que estamos seguros que será un éxito, pues es diferente, irreverente y con un diseño que se atreve.