Hace unos días estuvimos en un evento de Blancpain en México en el que la marca presentó una gran novedad de 2023 –el Fifty Fathoms 70th Anniversary Act 3– acompañado de algunos de sus grandes clásicos. Entre estos últimos, nos volvió a deslumbrar la versión con carátula verde del Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Chronographe Flyback. Se trata de uno de los modelos más exitosos de la Casa y es fácil entender por qué.
El Bathyscaphe es una pieza con un aura y una solidez históricas, obviamente hermanado con el mítico Fifty Fathoms, el primer reloj de buceo profesional moderno lanzado en 1953. Unos años después, Blancpain decidió crear el Bathyscaphe con la idea de ofrecer un reloj de buceo con un tamaño más adecuado para el uso diario.
Tras algún tiempo fuera del mercado, el Bathyscaphe volvió en 2013 para celebrar el aniversario 60 del Fifty Fathoms. Desde entonces, se ha presentado en varias versiones con distintos materiales y complicaciones, como cronógrafo flyback y calendario completo con fases de luna, además del modelo automático con tres agujas y fecha. Pero siempre ha conservado la estética de las primeras ediciones.
Un color verde como ningún otro
El Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Chronographe Flyback ganó fama primero con las clásicas variantes negra, gris meteorito y azul. Entonces, la firma nos sorprendió con una increíble tonalidad verde presente en el inserto de cerámica del bisel giratorio unidireccional y, por supuesto, en la carátula. La combinación con la caja de 43.6 mm en cerámica negra es sencillamente genial.
La elaboración de la carátula merece atención especial. Para obtener un color y un acabado perfectos, se requieren muchas etapas de trabajo. Una vez acabadas las fases iniciales consagradas a la forma y las aberturas de la esfera, se realiza un pulido en dos fases. La primera consiste en eliminar las rayaduras y la segunda, en lograr un aspecto suave y liso. Luego se lleva a cabo una serie de procedimientos para brindar una textura particular a la superficie y lograr el exquisito efecto soleado con un motivo de trazos radiales que parten desde el centro.
A continuación, se ahuecan las zonas de los contadores para aportar más relieve al conjunto. Ahí comienza el proceso de coloración, que requiere una gran pericia técnica. Se depositan sobre la carátula una sucesión de capas nanométricas de material. Los rayos luminosos, al transformarse sobre la superficie, reflejan el tono buscado. La esfera del Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Chronographe Flyback revela entonces sus sutiles tonalidades de verde, que cambian según el ángulo de la luz y a veces adopta matices metálicos. Es un efecto hipnótico.
Un movimiento de alta frecuencia
Hipnótico también es su mecanismo. Se trata del calibre de manufactura F385, visible a través del fondo de cristal zafiro. Este movimiento de cronógrafo automático late a una alta frecuencia de 5 Hz, lo que permite dividir cada segundo en intervalos de 1/10°. Lo anterior garantiza una mayor precisión, especialmente útil para el cronometraje de eventos. Como los mejores mecanismos de la industria, el calibre F385 está dotado de un embrague vertical y un mecanismo de cronógrafo controlado por una rueda de columna. Dispone de una función flyback que permite reinicializar y volver a arrancar el cronógrafo con una simple presión sobre el pulsador de las 4 horas.
No hay que olvidar que el Blancpain Fifty Fathoms Bathyscaphe Chronographe Flyback es hermético hasta 300 metros. Además, viene con una atractiva correa NATO o de tela de vela. Y hay que ver esas preciosas agujas tipo “jeringa” y los índices redondos y rectangulares rellenos de Super-LumiNova, que le proporcionan un toque vintage que nos encanta.