“Uno de cada diez clientes que entra a Peyrelongue Chronos lo hace por primera vez… todos ellos regresan”.
El lujo y la Alta Relojería no se entendería en México de no ser por la visión que Hervé Peyrelongue tuvo en su momento, y por la semilla de la comercialización de bienes y artículos de esta talla que sembró en su hijo Luis, Director de Operaciones y Jefe Máximo en Peyrelongue Chronos en la actualidad.
La historia nos lleva a Francia, país natal de Hervé, quien luego de trabajar en la Joyería La Perla decidió aperturar una sucursal bajo un nuevo concepto en la lujosa Zona Rosa de la década de los 60. En 1969, mismo año del nacimiento de El Primero, del Hombre en la Luna y del Monaco de TAG Heuer entre otros, fundó Peyrelongue joyero y elaboró joyería basada en su tacto de lo que el cliente mexicano buscaba en un artículo de lujo.
Hacia finales de la década de los 80 (1988), Luis Peyrelongue se incorpora al trabajo familiar y toma las riendas del negocio junto con su padre, logrando importar y ser agente reconocido por Rolex, Cartier y Baume & Mercier. Sin embargo la misión era ofrecer bajo un mismo techo lo más exclusivo del portafolio helvético, y fue así como consiguió que Audemars Piguet, IWC, Breguet y Patek Philippe, entre otras se sumaran a su nueva joyería situada en Avenida Presidente Masaryk y Goldsmith.
La buena estrategia detonó en la compra de un inmueble espectacular numerado con el 431 de la avenida más prestigiosa del país, logrando abrir las puertas de este espacio en el año 2002. Hoy más que nunca la joyería luce espectacular, y ha incorporado marcas de alto prestigio como Ulysse Nardin, Jaeger-LeCoultre, Girard-Perregaux entre otras, convirtiéndose en uno de los joyeros más respetados a nivel Latinoamérica.
Peyrelongue Chronos previo a la remodelación
Fueron necesarios cuatro meses de trabajo y una cantidad significativa de alcántara, mármol italiano y sillones personalizados, mientras que cada marca exhibe una personalidad propia, destacando los sitios entregados a Rolex, Patek Philippe, Cartier y Audemars Piguet, Casas de enorme prestigio y que gozan de la preferencia del público mexicano.
Como parte de nuestra cobertura, compartimos con usted, estimado lector, la entrevista realizada a don Luis Peyrelongue, y esperamos tenga el tiempo de visitar dicho espacio que bien vale la pena…
Watches World: ¿Cómo nace la tradición joyera de la casa Peyrelongue y en qué momento surge Peyrelongue Chronos?
Luis Peyrelongue: Mi padre, Hervé Peyrelongue, trabajaba en un banco pero debido a la venta de la institución, mi abuelo, que era dueño de una joyería, lo invita a colaborar con él. Pasado un tiempo, mi papá busca independizarse y es así como en 1969 nace Joyerías Peyrelongue, en la calle de Amberes. Para el año de 1988 mi padre a su vez me propone continuar con el negocio familiar y haciendo a un lado mi carrera de banquero, me dediqué al desarrollo de la empresa al mismo tiempo que nace en mí una pasión inconmensurable por los relojes y con ello, la idea de crear la primera casa especializada en alta relojería( en México). En 1992 compramos un local ubicado justo enfrente de la joyería, proyecto que fue bautizado como: Chronos de Peyrelongue.
WW: ¿Cómo ha sido la evolución del mercado mexicano en cuanto a la alta relojería?
LP: En la década de los 80 surge un “boom” internacional provocado por la apertura del mercado y la difusión de los medios, los cuales ayudaron a dar a conocer nuevos modelos y Manufacturas. Anteriormente manejábamos sólo dos marcas de relojes, pero hoy Peyrelongue Chronos distribuye alrededor de 50 firmas de prestigio. La evolución ha ido a la par de las necesidades y gustos de los clientes. La relojería tradicional seguirá su camino, sin embargo existe una apertura provocada por los nuevos diseños y especificaciones del comprador.
WW: ¿Cómo enfrenta Peyrongue Chronos los años de crisis y la recesión económica?
LP: Tenemos que hacer un análisis de mercado mucho más detallado y cuidadoso, planificar nuestro inventario y no pedir piezas que después no podamos comercializar. Afortunadamente el mercado de lujo es uno de los pocos que no deja de consumir, no obstante es más exigente y cauteloso a la hora de tomar decisiones.
Peyrelongue Chronos 2016
WW: ¿Cuál es la estrategia para seguir posicionando a la marca como una de las más importantes distribuidoras de alta relojería?
LP: Somos patrocinadores de eventos deportivos como la Copa Peyrelongue de Golf y de algunas competencias ecuestres. Trabajamos de manera muy intensa también con SEDAC, una fundación muy importante para el apoyo de los problemas que aquejan a la sociedad mexicana. Estoy convencido de que la difusión en medios -como las revistas impresas- ha realizado una labor fundamental para el crecimiento de la cultura relojera, y por lo tanto, colaboramos con diferentes publicaciones especializadas.
WW: Desde la óptica de un distribuidor, ¿cuáles son las tendencias más relevantes de los últimos años? y ¿en qué dirección está creciendo el mercado?
LP: El mercado mexicano tiene algunas características similares al italiano. Los modelos de gran tamaño llaman mucho la atención, mientras la demanda de los cronógrafos y relojes deportivos está creciendo cada vez más. Anteriormente las piezas clásicas eran las que causaban mayor interés, ahora las correas de caucho, las cajas de grandes dimensiones y las piezas con diseños audaces y atrevidos, resultan un éxito.
WW: ¿Ha crecido el número de mujeres coleccionistas?
LP: Ha crecido, sin embargo, no representa a la mayoría de nuestros clientes. Generalmente es el hombre quien viene a comprar para su esposa y ella deja que lo haga. Una mujer acude a comprar un vestido de miles de pesos que únicamente se pone una o dos veces, mientras que una joya o un reloj -que por lo común resulta atemporal- son privilegios que el hombre adquiere para consentir a su mujer. Algo que me ha sorprendido es que cada día el sexo femenino busca más los relojes mecánicos, ello indica que el conocimiento relojero va en aumento.
WW: ¿Este crecimiento ha elevado al cliente a un nivel de coleccionista?
LP: En algunos casos se convierte en coleccionista, pero eso depende mucho de la capacidad adquisitiva. No obstante, los clientes cada vez están más informados, saben lo que quieren y en ocasiones, no muchas (risas), conocen la pieza que me solicitan mejor que yo.
WW: ¿Cuál es la fortaleza y el ADN de Peyrelongue?
LP: Algo que nos distingue es que tratamos a cada cliente por igual. No importa si viene a comprar una pluma o un reloj repleto de diamantes: el servicio al cliente debe ser siempre excepcional, y la calidad de los productos sobresaliente y legítima. Todo ello hace que su inversión sea una experiencia extraordinaria.