Longines no cesa en su búsqueda de precisión y no conoce fronteras, su legitimidad como uno de los cronometradores más destacados en los eventos que realiza el hombre, ha visto cristalizada su importancia gracias a la creación de los hitos relojeros que marcan la historia.
El pasado jueves 11 de octubre México fue testigo de la llegada de una de las piezas más importantes y prueba de lo anterior, se trata del surgimiento de la colección Conquest V.H.P. (Very High Precision).
En presencia de Miguel Ángel Palmer, mandamás de la marca para la región, de Edith Chávez, Brand Manager de Longines México y de Leonor Leonor Rosales, Marketing & PR Manager, Conquest V.H.P. fue develado a la prensa especializada y de estilo de vida en las instalaciones de Proyecto Paralelo, una galería de arte que refleja perfectamente los valores de la marca y la visión de ir siempre hacia adelante.
Pocas son las marcas que, en una tendencia por la relojería mecánica, se enfrascan en la búsqueda por perfeccionar la regulación de cuarzo, Longines es una de ellas y no solamente ha sido pionera en dicha tecnología popularizada en la década de los años 70, sino que creó nuevos estándares de precisión producto de su departamento de R&D.
¿Qué es el cuarzo?
Un mineral que vibra de manera estable a partir de descargas eléctricas, acción que reemplaza el vaivén de una espiral asociada al volante para favorecer una medición divisible de manera más precisa, y a una frecuencia muy superior a la subdivisión del tiempo por un mecanismo tradicional.
Los relojes de cuarzo
Longines goza de una destacada historia en su búsqueda incansable por desarrollar la mejor horología disponible, basándose en su departamento de Investigación y Desarrollo, pero también en una conexión deportiva que ha visto a la marca cronometrar eventos de talla mundial. Es así que en 1954 presentó su primer reloj regulado por cuarzo enfocado en este tipo de competencias.
El cuarzo en Longines
Se presentó en el Observatorio de Neuchâtel en 1954, y gracias a él su Chronocinégines, instrumento que determinaría el camino de la cronometría para la marca, es capaz de realizar 100 tomas fotográficas por segundo para distinguir la posición de los atletas al momento de cruzar la meta. Para 1969 se lanzó el “Ultra-Quartz”, primer reloj de pulsera producido en serie provisto de un regulador de cuarzo, y en 1984, un calibre de cuarzo de alta precisión equipa al primer Conquest V.H.P. (Very High Precision).
¿Qué es Conquest V.H.P.?
Recuperando los hitos de la relojería de Longines, el Conquest V.H.P. está dotado de un movimiento desarrollado en exclusiva por ETA para Longines. Se trata de un movimiento de altísima precisión para un reloj analógico, cuyo rate de tolerancia varía ± 5 s/año, en otras palabras, se “desvía” en dos años lo que un reloj mecánico tradicional de precisión certificada por el COSC puede variar diariamente (-4+6 cada 24 horas).
Adicionalmente, es capaz de reiniciar las agujas luego de la exposición a un campo magnético o después de un choque, todo gracias a un sistema de detección de posición de rodaje (DPR). Estas ventajas le confieren una precisión extrema básicamente inalterable, y además se añade una pila de larga duración, así como un sistema de calendario perpetuo, es decir, el fechador hará diferencia en cada día del mes teniendo en cuenta los cambios en febrero y en meses de 30 y 31 días. En el más puro estilo Conquest, línea deportiva por excelencia, este excepcional reloj combina alta tecnicidad y estética dinámica.
Modelos:
De tres manecillas con fechador: caja de 41 y 43 mm de diámetro en construcción de acero inoxidable; cronógrafo: en cajas de 42 y 44 mm de diámetro, cuenta con totalizadores de 30 minutos, 12 y 9 horas, además de un contador de segundos en el centro. Cada modelo incluye una corona electrónica para las correcciones, mientras que un indicador EOL exhibe la vida útil de la batería. Las carátulas pueden ser seleccionadas en color: azul, carbón, plata o negro, mientras que los brazaletes son de acero inoxidable.