Al realizar cualquier operación de compra/venta, se deben verificar un sinfín de factores para determinar la originalidad del producto, garantías y autenticidad del objeto que se desea adquirir. En el caso de la horología, y al abordar temas de micromecánica, había que ser muy estrictos para la supervisión de un instrumento que está destinado a contar el tiempo a través de los años, siglos y milenios. Es decir, si un reloj contó con el total control de calidad para su fabricación, lo único que deberá hacer el coleccionista es enviarlo a servicio cada dos o tres años para cambiar aceites y afinar la precisión por medio de la raqueta. Es por ello tan importante el origen de la pieza y que cuente con excelsitud de manufactura.
En este artículo abordaremos principalmente tres sellos: Poinçon de Genève, que analiza la legitimidad y buena hechura del calibre; Certificado COSC, el cual evalúa el nivel de precisión del movimiento, y por último, el más completo: Patek Philippe Seal, que analiza todo el proceso de manufactura, venta y servicios posteriores al cliente.
Poinçon de Genève
También conocido como Punzón de Ginebra, Sello de Ginebra, Geneva Seal o Genfer Siegel, es una certificación exclusiva para los movimientos desarrollados en el Cantón de Ginebra, la cual igualmente evalúa el decorado y finalización de los calibres a cargo de su equipo −conocido como TIMELAB−, por lo que constituye el más prestigioso control de calidad de alta manufactura para las casas relojeras ubicadas en esta región, es decir: Vacheron Constantin, Cartier, Chopard, Piaget o Roger Dubuis, entre otras, a excepción de Rolex y Patek Philippe que, por decisión propia y filosofía de producto, no se ajustan regularmente a los parámetros establecidos por el organismo establecido en 1886.
Los calibres que portan el Poinçon de Genève se distinguen por el grabado del mismo en la superficie visible de algún puente o masa oscilante, y que se inspira directamente en el símbolo del Cantón de Ginebra. El organismo solo probará los movimientos durante un ciclo, y se comprometerá a certificarlos únicamente si se cumplen con los valores estipulados con anterioridad por la Manufactura en cuestión: hermeticidad, precisión y reserva de marcha. Las complicaciones a analizar son amplísimas, ya que se verifican desde un módulo de cronógrafo hasta una gran complicación con petite y grande sonnerie.
Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres COSC
Es responsable de la totalidad de manufacturas o desarrolladoras de movimientos que deseen ajustarse a la estricta supervisión enfocada en el movimiento. El organismo trabaja desde 1973 exclusivamente para la industria relojera suiza, siendo también una organización sin fines de lucro. No obstante, existen algunas normatividades que se ajustan a las internacionales ISO o DIN, mismas que responden a mecanismos de origen japonés o alemán. El COSC surgió a partir de la unión de cinco Cantones relojeros: Berna, Ginebra, Neuchâtel, Solothurn y Vaud, y por iniciativa de la FH (Fédération de l´industrie horlogère suisse).
Actualmente se cuenta con tres laboratorios (Biel/Bienne, Saint Imier y Le Locle) para poner a prueba el nivel de precisión y certificarlo bajo sus criterios, el más importante de los cuales se describe bajo la norma ISO 3159, que define a un reloj de pulsera con certificación para la regularidad de oscilación entre la espiral y el volante. Las casas relojeras más acostumbradas a someter sus calibres a los criterios COSC son: Rolex, OMEGA, Breitling y en épocas recientes TAG Heuer, mientras que ETA y Valjoux también se ajustan al COSC. El criterio establecido debe entregar una precisión promedio de -4/+6 segundos de variación para un movimiento mecánico, y de ±0.07 para uno de cuarzo. Sin embargo, las últimas estimaciones indican que solo el 3% de los calibres producidos en Suiza cuentan con el COSC.
Patek Philippe Seal
Ante la meta de adecuarse a la misión y visión de la empresa creada en 1839 por Antoine Norbert de Patek: “Crear los mejores relojes del mundo”, la familia Stern decidió ajustar toda su producción a los criterios más estrictos de confiabilidad y garantía, no solo en términos de estética y precisión, sino de una totalidad que se resume en cuatro factores: reloj, elementos externos, movimiento y servicio internacional al cliente.
Reloj: movimiento con precisión de -3+2 s/24 h y -5+4 s/24 h (según la dimensión del calibre), diseño interior y exterior de la caja con el mínimo perfil indispensable, carátula, pulsadores, corona, todos ellos elementos que deberán elaborarse y ajustarse a la perfección que merece un cliente Patek Philippe. Asimismo para la repetición de minutos, cada pieza deberá ser probada por un sistema de instrumentación acústica y evaluada posteriormente por Philippe y/o Thierry Stern personalmente. Elementos externos: como correas y diamantes deberán adaptarse a la máxima calidad disponible, por ejemplo, solo se utilizan diamantes con pureza “Internally Flawless” de color “Top Wesselton”. Movimiento: cada componente utilizado como molduras, raqueta y tornillería, deberá presentar terminados de alta relojería, angulados, pulidos, achaflanados y cerclados. Asimismo, los agujeros que albergan los rubíes deberán contar con terminados pulidos y los puentes y la platina deberán exhibir decorados Côtes de Genève y Perlage, pulidos y achaflanados; y la espiral deberá fijarse mecánicamente para asegurar el máximo ajuste y resistencia a los golpes adecuándose a la normativa NIHS. Por último, en el caso de los movimientos automáticos, el rotor será fabricado en metales preciosos y exhibirá el decorado máximo que se adapte a la estética de la totalidad de la pieza. Servicio internacional al cliente: una garantía para la generación que adquiere un Patek Philippe, pero también para la que lo hereda, pues la Manufactura se compromete a restaurar y conservar stock suficiente de piezas y ébauches para cumplir con la total reparación de cualquier modelo producido por Patek Philippe desde 1839. Si no se dispone de la pieza, se contará siempre con el relojero idóneo para producirla, mientras que cada Centro de Servicio o Agente de Venta está totalmente certificado y evaluado para brindar información completa con respecto a la pieza que se planea adquirir, o se adquirió y necesita reparación o servicio.
“Al ser una empresa familiar independiente, somos garantes del Sello Patek Philippe y nunca comprometeremos la integridad de nuestros relojes. Valoramos el apoyo y la confianza que nuestros clientes depositan en nosotros y a través de este Sello les garantizamos que las generaciones venideras seguirán disfrutando de nuestros relojes”: Philippe y Thierry Stern, Presidente Honorario y Presidente de la Manufactura, respectivamente.
Hemos abordado los tres sellos más importantes/conocidos de la industria relojera suiza, no obstante, existen algunos controles de calidad sumamente prestigiosos, aunque de origen más actual, como el control de 1,000 horas de Jaeger-LeCoultre, que comprende un exhaustivo control de calidad previo a su entrega en el punto de venta. Lo más interesante de éste es que comprende la pieza completa, terminada, con correa y una vez montado en su caja. Sus pruebas duran seis semanas y tendrá usted certeza de que el reloj que compró corresponde al de más alta calidad, este control se legó a la relojería de Montblanc, pero también hablaremos del Qualité Fleurier con origen en el 2001, que rige mucho más a detalle la precisión, hermeticidad y confiabilidad, ayudado por procesos similares al COSC y garantiza que el 100% del mismo haya sido desarrollado en Suiza. Igualmente, debemos destacar los controles nipones que Seiko utiliza para sus mecanismos, y también las acciones que se llevan a cabo en Sajonia para las Manufacturas alemanas de alta relojería, mismas que se ajustan a los criterios del Glashütte Observatory.