Pocas veces un periodista de relojes encuentra una historia para emocionarse con el «sabor» de una marca originada en Cuba, sí, un sitio que en años anteriores no pareciera ofrecer la mejor oportunidad para el negocio de bienes y artículos de lujo, pero que dio origen al nacimiento de Cuervo y Sobrinos, una Casa relojera que surgiera gracias a una familia dedicada a la joyería.
Sus orígenes nos trasladan a La Habana, capital de la isla, y a 1882, año en el que Armando Río y Cuervo, y sus hermanos dirigían con pasión la joyería y un taller de relojes gestionado por su tío Ramón, justo de este cúmulo de hechos se detonaría el nombre Cuervo y Sobrinos. Ahora bien, imagínese que en ese entonces las Casas de relojería fina se apoyaban en los joyeros para ganar nombre y prestigio, es por ello que Cuervo y Sobrinos se decantó por ofrecer sus propias piezas desde su «boutique», situada en una de las avenidas más importantes de aquel entonces.
Anteriormente, Cuervo y Sobrinos solicitaba los movimientos a Suiza, al tiempo que se apoyaba en diseños vanguardistas y art déco para la construcción de sus cajas y la apariencia de sus relojes. Hoy, Marzio Villa, apasionado por el deporte motor y los automóviles clásicos, es propietario de la Manufactura Cuervo y Sobrinos, que desde hace 10 años imprime un sabor latino a una industria donde el corazón continúa siendo suizo.
Asimismo, la marca sigue cosechando éxito internacional gracias a la gran visión de negocio que se tiene para llevarla –nuevamente– a sus antiguas glorias, pero también gracias a su incomparable y única historia, legítima y de gran ascendencia latina.
Cuervo y Sobrinos cuenta con una colección de piezas dedicada a los diferentes espíritus y actividades del hombre actual, asimismo posee una gran aceptación en países como Japón, España, China y Arabia, sin dejar de mencionar su enorme potencia en Miami y en las comunidades latinas que se sienten atraídas a su historia y a las prestaciones de su producto.
Desde un tres manecillas con el segundero en punto de las 6 y el fechador a las 3 horas, hasta relojería ideal para el submarinismo con hermeticidad de 600 metros, sin olvidar la potencia de la clientela femenina y su predilección por complicaciones como las fases de la Luna. Esto es posible gracias al trabajo en conjunto con empresas como Sellita, Dubois Depraz y Soprod, quienes desarrollan los motores de acuerdo a las exigencias y demandas de Cuervo y Sobrinos.
“Las diferentes épocas y la moda no afectan a nuestra filosofía, que sigue anclada en los orígenes de la compañía”: Marzio Villa, Propietario de la Manufactura y CEO.
Ahora te invitamos a conocer la relojería contemporánea de Cuervo y Sobrinos, que tiene mucho que ofrecer, buenos acabados, hermosas cajas y materiales de alta tecnología, como la nano cerámica incluida en sus modelos deportivos, sin antes mencionar que los planes de la marca se apoyan en la visión de Fabiola Pérez como distribuidora, quien ya ha comenzado a hacer sinergias con las joyerías más importantes de México a fin de generar una red de puntos de venta que esté a la altura de Cuervo y Sobrinos.