Para describir y escribir sobre el mundo relojero de Audemars Piguet necesitaría un elevado nivel de expertise, menos mal que tuve la oportunidad de descubrir en estos tres años de carrera periodística lo esencial: cuando comunicador se refiere a Audemars Piguet, debe pensar en la responsabilidad de transmitir de manera precisa el mensaje de una marca que se ha cuidado a través de generaciones, siendo ésta la única de alta relojería en ser gestionada por el apellido de familia que dio vida a su legado.
Esta redacción ha reconocido en numerosas ocasiones la virtud que concede la independencia a la relojería y el nivel de complejidad que una pequeña independiente afronta cuando se incursiona en el arte de la misma, no obstante las oportunidades de creación son incalculables, así que entienda usted que cuando se mencionan las siglas «AP», sus capacidades y flexibilidad le conceden al privilegio de escribir sus propio camino, haciendo un responsable caso omiso de las tendencias que dictan el ritmo a seguir de algunas otras empresas a fin de asegurar su supervivencia.
Llegó el día del conocido «trunk show» de Audemars Piguet, conocido por todos lo periodistas como uno de los eventos más importantes a realizarse en nuestro país en cuanto a presentaciones monobrand, es simple, tienes que estar ahí. La repercusión de la marca en la relojería es directamente proporcional a su éxito en nuestro país, es decir, inmensa, por lo que conocer las piezas en México resulta un verdadero deleite para el latir editorial de los medios que nos dimos cita la tarde de hoy en el Centro Cultural Estación Indianilla que, permítame hacer una pausa para mencionar que éste es uno de los foros más solicitados por los artistas de talla internacional para albergar sus galerías, además de ser un sitio privilegiado de cultura social construido a finales del siglo XIX.
Este predio fue inaugurado con la intención de recibir a los tranvías anteriormente jalados por mulas o caballos, este sitio era conocido como Indianillas, es decir, la colonia en la que actualmente se erige la edificación de ladrillo anteriormente propiedad de las tres indias: María Clara, María Concepción y María Paula. Quizá se preguntarán el porqué de esta breve explicación, pues la respuesta es el arte y es aquí donde nos ligamos a los procesos de Audemars Piguet, que obedecen a un minucioso cuidado en el terminado de las piezas. –»Desde mi punto de vista la relojería/ingeniería mecánica debe responder a las emociones, pues son éstas las que despiertan el interés y sensibilidad de quienes perciben a la alta relojería como arte»– Palabras de Octavio García Chief Artistic Officer de Audemars Piguet.
Atentos estuvimos a las vitrinas que exhibían 182 piezas, una exclusiva mezcla de pasado, presente y futuro, pero todo ello interconectado, se trata de una filosofía que se respeta y que se continúa echando una mirada a sus ancestros, a la manera de hacer y generar piezas que osaran enunciar el hoy hacia los días por venir.
«To break the rules you must first master them»
Da inicio la presentación de los tres aspectos fundamentales a abordar este 2014: relojes concepto, la flamante colección Offshore y «last but not least» la línea femenina del Royal Oak, el Royal Oak Offshore y la pieza única.
Descubrimos lo que habíamos visto con anterioridad quienes fuimos afortunados de asistir al SIHH, pero a detalle y bajo la dirección de Olivier Audemars, Board Member, Xavier Nolot, CEO para América, Octavio García, anteriormente mencionado, Natalia Rotman, Directora de Marketing, Alejandra Kelly, Coordinadora de Marketing, Juan Carlos Suárez, Sales Manager y Michael Friedman, Horological Director del Antiquorum de Audemars Piguet.
Con esta lista de personalidades, hemos de mencionar que se trata de dos terceras partes del engranaje corporativo de AP para la región, lo que nos debe reiterar la importancia que México como país representa para Audemars Piguet, una marca con raíces profundas en los coleccionistas de toda la República, y mucho se debe gracias a las piezas que descubrimos:
Royal Oak GMT Tourbillon Concept: que invita a pensar en el primer reloj concepto de la marca, una verdadera revolución para la relojería contemporánea que mira al siglo XXI, el cual se beneficia de las virtudes de la cerámica blanca, la cual es nueve veces más dura que el acero, pero así lo es también para trabajar, por lo que cada proceso y terminado en su bisel y puentes representan un trabajo exhaustivo por parte de los artesanos de AP.
Royal Oak Offshore: presentado por vez primera en 1993, su emblemática caja de 42 mm continúa desarrollando los códigos estéticos de una pieza decididamente masculina y potente. Tanto que en un principio fue utilizada como versión insurrecta del RO, llamada a sus orígenes, pero posteriormente incursionó en los terrenos del color, los héroes contemporáneos, los ganadores, las Naciones y, este 2014, recuperando diseños legendarios como el «safari», «panda» o el «navy» de la misma colección #DareToGoOffshore. Tan solo 118 modelos se han presentado desde hace 11 años, lo que explica el porqué del éxito de la marca y del nivel de cuestionamiento que se realiza bajo el techo de AP antes de lanzar un producto al mercado.
Ladies Collection: he aquí el significado relojero del empoderamiento de la mujer, pues Audemars Piguet reconoce su enorme contribución a la relojería mecánica. Fue gracias a ellas que el reloj se mudó del cuello a la muñeca y hoy, gracias a su influencia podemos observar piezas de alta joyería que exhiben los alcances y belleza de la horología con sentido, femenino. AP manufactura piezas para dama desde 1883 y en el 2014 presenta el Offshore de 37 y el RO automático engastado de 41 milímetros.
Así pues, posterior a una exhibición excepcional de maestría, pero sobre todo de compromiso con la cultura relojera de nuestro país y con México mismo, Audemars Piguet nos recibe con los brazos abiertos de cara hacia su futuro relojero, mismo que se conjuga en el presente pues a partir del 8 de abril, la totalidad de la colección AP 2014 ya está en puntos de venta y boutiques alrededor del planeta, hazaña de coordinación y excelencia.