La magia y encanto de la relojería radica en que logra evolucionar hasta niveles insospechados y a la vez rendir tributo a sus orígenes, a piezas que con los años se vuelven clásicos. Este es el caso de la referencia que hoy nos presenta Girard-Perregaux. Se trata del renovado rostro de un reloj clásico y atemporal creado hace 70 años mediante el cual la Manufactura rinde tributo una vez más a la feminidad, es el modelo Vintage 1945 Lady.
El reloj Vintage 1945 renueva los códigos de estilo Art Déco, permaneciendo fiel al espíritu del original que lo ha caracterizado durante décadas. En este nueva interpretación presenta una elegante estética con carátula en tonos chocolate y topo, sutilmente decorada en el centro con una estela de 42 diamantes talla brillante. Inspirada en los modelos que originaron esta colección, su engaste destaca una minutería tipo “ferrocarril”, mientras que las agujas de estilo dauphine pulidas en diamante han sido curvadas a mano por el relojero a fin de seguir los característicos contornos de la carátula.
La caja de acero merece una mención aparte ya que luce suavemente abombada y flanqueada por dos listas engastadas con 30 diamantes que iluminan su sutil diseño de inspiración Art Déco. La discreta ornamentación y las estrías ovales en la base de las asas son también un claro ejemplo de esta influencia. Las curvas doblemente convexas del reloj crean una armoniosa interacción de superficies, aportando al mismo tiempo a su portadora el máximo confort en la muñeca.
En su interior late un excepcional movimiento que sigue la larga tradición relojera de Girard-Perregaux. El calibre GP02700 automático es un movimiento de reducido tamaño que ha sido especialmente adaptado a los modelos femeninos. Diseñado y producido en los propios talleres de la Manufactura y compuesto por 178 piezas, este reloj de 19.40 mm de diámetro y 4.20 mm de grosor, ofrece indicaciones de horas, minutos y fecha, y cuenta con reserva de marcha de 36 horas. Su fondo, anclado por tornillos y equipado con cristal zafiro, deja al descubierto toda la sofisticación de su calibre así como sus notables acabados, entre ellos la masa oscilante, grabada con un delicado “tapiz” de logos Girard-Perregaux.
Esta joya de la relojería se ajusta a la muñeca por medio de una correa de piel de aligátor en el mismo color que la carátula, con triple cierre desplegable o brazalete de acero.