La dureza del diamante no solamente nos entrega las propiedades físicas del mineral, sino que también cuenta una historia tan lejana como el inicio de la Tierra, de su geografía y de todos los fenómenos que el hombre jamás pudo observar. Con razón su brillo nos deleita a cada detalle de su corte, suficiente para transformar a la mujer en el momento justo en el que se le entrega un anillo de compromiso o un regalo resplandeciente como un reloj con diamantes.
Para ello la Maison se pinta sola, y su expertise y paciencia para transformar la roca en bruto en un objeto de orfebrería es simplemente genial. Ese instante de brillo espontáneo se logra gracias a la cautivadora colección de alta relojería y joyería Piaget Limelight. Las líneas de diseño no solamente adquieren la totalidad del know-how ginebrino, sino que también ofrecen un contraste excepcional de acuerdo a las piedras que acompañan a la pieza o al metal seleccionado para montarlas, siendo en esta ocasión el oro blanco abrazado a la delicada muñeca de la mujer gracias a un strap de satín.