La clase y el estilo se debe a la puntualidad, a la precisión y al buen gusto. Es por ello que cada pieza de Montblanc exhibe este cúmulo de características en el instrumento a presentar.
Roba la atención su carátula con patrón guilloché-flinqué, que restaura la pasión por la relojería atemporal y trabaja como lienzo para la indicación vanidosa de las horas, minutos, segundos y fechador.
Con respecto a esta técnica decorativa, el relieve es conseguido a partir de la utilización de un torno mecánico que dibuja y graba un patrón específico, legado del siglo XV y utilizado en la relojería 300 años más tarde. Asimismo, el dial presenta agujas e índices aplicados en oro rojo, finalizando la atracción instantánea a un conjunto que latirá producto de la buena marcha de su calibre MB 4810/408, ajustado a 28,800 a/h, y garantizado por 42 horas de autonomía con toda la cuerda dada.
Finalmente, Montblanc Star Classique Date Automatique se presenta en caja de acero inoxidable con bisel de oro rojo y cristal de zafiro antirreflejos, y se abraza a la muñeca mediante una pulsera de piel de cocodrilo color marrón.