La historia de una mujer tan revolucionaria como su creatividad cobra vida en la carátula de este ejemplar; en el savoir faire del corte de una flor –la camelia– de madreperla, la preferida de Gabrielle, y en la línea de una colección que tiene sus orígenes en las palabras de la puerta de su estudio en la Rue de Cambon de París: Mademoiselle Privé.
Este mundo de encanto y privacidad que dio tantos frutos cargados de la genialidad de una verdadera artista, se revive a través de cada una de las piezas que nacen a partir de esta idea original e irrepetible, y es que por tratarse de una ejecución artesanal, ninguna pieza será igual a la otra.
La referencia ha sido desarrollada en caja de oro blanco de 18 quilates y 37.5 mm de diámetro, mientras que en el bisel habitan –engastados– 60 diamantes talla brillante que completan la extensión de la misma y hacen juego con los siete minerales preciosos que se sitúan a partir de las 8 y hasta las 2 horas, asimismo, el movimiento mecánico automático que da vida a las horas y minutos posibilitará la indicación del tiempo por al menos 42 horas.
Finalmente, el conjunto se abrazará a la muñeca mediante una correa de satín color negro, en señal de la elegancia clásica, pero que puso al blanco y negro como tonalidades principales en el mundo de la alta costura.