El ícono de Chopard está en su año de celebración, 20 años de generar una alegre sensación al admirar el tiempo en la muñeca. Para festejar como debe ser este aniversario, la colección crece al incorporar una nueva versión mecánica: el Happy Sport Automatic.
Corría el año 1993 cuando Caroline Scheufele creó un reloj que sin saberlo, se transformaría en uno de los iconos de la Casa Chopard: el Happy Sport. Lo más interesante de esta pieza, y por supuesto de su creadora, es la capacidad de adaptación a las épocas, estilos y tendencias que se han generado a lo largo de estas dos décadas.
Desde entonces, en sus diversas versiones, a veces con humor y siempre con elegancia, el Happy Sport ha vivido bajo numerosas identidades, siendo cada una de ellas siempre más evocadora que las otras: Happy Beach, La Vie en Rose, Happy Spirit, Mystery Pink…
Hoy, y para celebrar a todo lujo el aniversario de los característicos diamantes que se mueven con libertad algunos milímetros por encima de las exquisitas carátulas de los relojes, Chopard presente la versión Happy Sport Medium Automatic. De esta manera los 7 famosos y alegres diamantes móviles –una de las innovaciones joyeras más fascinantes de los últimos 40 años–, añaden a su encanto seductor una inédita dimensión mecánica.
Feliz, con su movimiento mecánico
El nuevo Happy Sport Medium Automatic, además de conservar el estilo elegante y sofisticado de su predecesor, presenta en el anverso una carátula “argenté guilloché”, a manera de homenaje a la tradicional decoración de la relojería clásica y el fondo ideal para hacer destacar sus siete diamantes móviles. En el reverso, un cristal de zafiro permite admirar su movimiento mecánico automático decorado con Côtes de Genève rectas. Su caja de acero de 36 mm de diámetro ofrece una hermeticidad de hasta 30 metros y está montada sobre una correa de acero. Además ofrece una reserva de marcha de 42 horas.