Cuando la estética, la feminidad y la técnica se unen los resultados son simplemente asombrosos y hoy Girard-Perregaux lo deja muy claro. En un momento en el que las complicaciones para dama son cada vez más frecuentes aparece este Tourbillon Lady bajo tres puentes de oro; un perfil acentuado por piedras preciosas y acabados de alta relojería que iluminan su destacada arquitectura.
Geometría perfecta
Los detalles en piezas como esta son sumamente importantes por eso la caja, tallada en oro rosa y sutilmente perfilada, se adapta a la perfección a las muñecas delicadas. Coronada por un cristal de zafiro ligeramente abombado, porta bisel y realce en diamantes; basta decir que son más de 1.80 quilates los que iluminan el Tourbillon bajo sus tres puentes de oro.
La geometría perfecta de estas proporciones revela acabados completamente realizados a mano. Redondeadas, sus proporciones se vuelven suaves, magnificadas por un excelente acabado pulido espejo que refleja la luz.
Perfección en cada detalle
Por su parte, la carátula de nácar, delicadamente recortada, se sitúa perfectamente sobre el movimiento tres puentes. Un nácar fino de dos tonos, para esta versión Lady de 38 mm. Nácar blanco natural o de un brillante color oro, haciendo juego con las correas de cocodrilo y su cierre engastado de 18 diamantes..
En el corazón de un movimiento de excepción, el tourbillon y sus 80 componentes se alojan en un diámetro de 10 mm. Además ofrece las siguientes funciones: horas, minutos, pequeño segundero sobre el Tourbillon y una reserva de marcha de 48 horas. Para respetar su arquitectura intacta, este calibre GP09600 está provisto de un microrrotor en platino alojado en el conjunto del barrilete. Sutilidad femenina, la decoración del tambor del barrilete está delicadamente adornado con un motivo floral diseñado exclusivamente para este modelo; una hermosa y delicada obra que requiere de 10 pasos diferentes. Rematando la obra, la firma de la excepción se puede leer sobre el fondo de la caja delicadamente caligrafiada.