La relojería se dio cuenta de un fenómeno hace algunos años, pero que obedeciendo a los ciclos, dichas características no son nuevas. Los primeros relojes se construyeron como artículos ornamentales debido a su imposibilitada precisión, y las damas hacían uso de ellos como accesorios. Actualmente, tanto la mujer como las ciencias relojeras han evolucionado, la tendencia es a crear cada día más piezas horológicas para mujeres, algunas con complicaciones, otras con diamantes y unas más fabricadas con nuevos materiales, es así que Baume et Mercier, apunta a una estrategia «lineal», y es que su modelo Linea encarna la determinación femenina sin olvidar su delicadeza y dulzura.
Animadas por movimientos de cuarzo, cada una de estas fantásticas piezas cuenta con una carátula de nácar decorada con olas champlevé (en relieve) engastadas con diamantes. La originalidad de esta decoración es que se extiende al bisel de cada pieza. En el primer modelo aparece un sol que representa el día, mientras que en el segundo se presentan de manera artística las distintas fases de la luna sobre un fondo nocturno. Estas piezas de joyería, delicadas y sensuales, indican con elegancia la hora al mismo tiempo que adornan la muñeca: el modelo diurno cuenta con una correa de piel de becerro de color blanco perla, mientras que la versión nocturna se complementa con una correa de satén azul. Ambas correas se pueden sustituir en un instante por el brazalete de acero pulido y satinado incluido en el estuche.