Un compañero, un instrumento de tiempo que tiene mucho más funciones que indicar el momento en el que se vive, pero profundizar en la mente mística de las mujeres y fungir como un amuleto, mejor amigo, cómplice: Boy-Friend.
Los relojes de Chanel son reconocidos gracias a su emblemático Première, y más aún por el J-12, instrumento horológico deportivo por antonomasia, y un nuevo clásico de la relojería contemporánea, no obstante, el nacimiento de una nueva línea inspirada en la Place Vendôme, en sus formas y romanticismo, hacen de la pieza una que porta los códigos de la fundadora de manera incomparable pero, que al ser más generosa en diámetro que la primera citada, se adapta a las necesidades y tendencias de la actualidad. La estructura de la caja recupera la misma ofrecida en el tapón de la fragancia más conocida del planeta: Chanel No. 5.
Más allá de un guardatiempo, la pieza se presenta en dos configuraciones de caja: 34.6 y 37 mm, y movimientos de cuarzo o mecánico automático de 42 horas de autonomía, que animarán la indicación de las horas, minutos y fechador (en punto de las 6), o las horas, minutos y segundos, al tiempo que su caja de oro beige (patentado) u oro blanco, atrapan la mirada gracias a su geometría deliciosa y a las ligeras curvaturas de la misma, destacando el diseño audaz y lleno de carácter femenino. Finalmente, y de acuerdo a la configuración de su preferencia, versiones con diamantes forman parte de este reloj de uso diario, que habrá de posarse en su muñeca en toda ocasión, desde que abre la mañana y decide salir de casa con pantalones «vaqueros», y sin importar si por la noche necesita vestir de cocktail para coquetear con las cámaras de una alfombra roja.
Las historias detrás de las marcas son las que no se pueden comprar; la vida de Gabrielle Chanel, su particular visión de la moda y su insurrecta manera de vivir, la llevaron a ser considerada como una de las personalidades más influyentes del siglo XX. Sin embargo, su legado y visión permanecen en la Casa con sede en París, que continúa desarrollando piezas y conceptos que la misma «Coco» habría imaginado.