No amigo lector, no leyó mal ni estoy equivocado, así es Welder, creación de Italo Fontana, principal desarrollador de ideas en U-Boat, marca de relojería de origen italiano, pero con corazón suizo. Comienzo a explicar el porqué de la frase que –seguramente– será su principal brazo creativo.
Mirar al futuro es –probablemente– la principal virtud de los generadores de nuevas ideas, de aquellos a los que el momento en el que les ha tocado vivir resulta una limitante que oprime su hemisferio derecho destinado a soñar y a dejarse llevar por lo que imaginan sucederá en los siguientes años. «¿Cómo se vería la relojería en el 2075?»… Leyenda que miré al acercarme al stand de Welder durante Baselworld de este año y mi primer contacto con el futuro relojero de Italo Fontana. La idea me pareció fantástica y al mirar su colección noté el sentido de la misma. Sus piezas son radicales y de enormes dimensiones, poseedoras del sello distintivo de Italo.
Hace algunos meses asistí a una conferencia de diseño italiano, y comprendí que el ADN de éste surgió a partir de rebelarse ante el yugo «no escrito» de la creación francesa de la moda, razón que nos invita a pensar que la insurrección italiana –en general– tiene un porqué, que además ha fascinado al mundo a lo largo de 60 años. En el caso particular de la relojería, somos testigos diferentes corrientes: la primera es determinada por el estilo clásico del diseño, en donde las formas y materiales tradicionales son –igualmente– su fondo; la segunda es un poco más rebelde, incorpora elementos de producción exclusivos y salpica a los mecanismos tradicionales de indicadores y visualización diferentes; la tercera está dedicada a romper las reglas, prácticamente se puede hacer lo que se quiera, sin obedecer ningún tipo de cánones, y en este peldaño encuentro a Welder, con la diferenciación de que proviene del futuro y no busca reinterpretar absolutamente nada, solamente acompañar tu muñeca y adecuarse a tu personalidad obedeciendo la fórmula probada de ascendente Fontana.
Notamos también un espíritu tridimensional en sus carátulas, cuyo propósito es recordar las capas del espacio y el tiempo, además de ser un elemento que normalmente podemos admirar –únicamente– en relojes de la más alta gama, los aceros y los cauchos se utilizan en los diferentes elementos de la pieza, mientras el nombre describe la fusión: de emociones entre personas, entre el tiempo y el espacio, del presente y el futuro. y nuestro vínculo con la posteridad. La mayoría de la colección es animada por movimientos de cuarzo Miyota sumamente confiables.