Una Casa relojera con tanta historia, como la que ostenta Vacheron Constantin, no puede ser ajena al paso del tiempo y a la evolución de la cultura, pero el compromiso que exhibe la Manufactura de esencia ginebrina y con origen en 1755 es simplemente extraordinario.
Hace un par de años que la relación entre el Castillo de Chapultepec y Vacheron Constantin se comenzaba a gestar, justo a partir del compromiso que la marca desarrolla con el patrimonio de la humanidad, tenga que ver con materia de relojería o no, pues para la Manufactura el sentido artístico es lo más importante. Así pues, en el 2012, se formalizó el apoyo entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia y Vacheron Constantin, a fin de establecer coordinación de esfuerzos y recursos a favor del estudio técnico y estético de la colección de relojes de bolsillo en resguardo del Museo Nacional de Historia, inaugurado el 27 de septiembre de 1944, y ubicado en El Castillo de Chapultepec.
El pasado 6 de octubre de 2013, se anunció la subasta de una pieza única denominada Traditionnelle World Time, cuyo mecanismo entrega 37 husos horarios mediante una misma carátula. La suma recaudada por Sotheby´s correspondió a las necesidades de INAH.
A partir de este momento, los maestros relojeros visitaron las instalaciones del Museo a fin de evaluar y analizar la relojería anteriormente mencionada, lográndose rescatar las descripciones de las piezas que en él habitan a partir del amplio conocimiento de los profesionales que se dieron cita. El resultado ha arrojado que la mayor parte de las piezas provienen de Inglaterra, Francia y Suiza, siendo además calibres firmados por Thomas Tompion, George Graham o el mismo Jean Antoine Lépine. Asimismo este 2014, Vacheron Constantin nos vuelve a sorprender con la donación de una pieza histórica del patrimonio de la casa de Alta Relojería, que será sumada al Museo Nacional de Historia, y exhibida de aquí en más.
Se trata de una pieza de oro amarillo de nombre «Chronomètre Royal», perteneciente a la colección privada del Museo de Vacheron Constantin en Suiza, pero que hoy cambia de manos para dar brillo al patrimonio cultural e histórico de los mexicanos. El reloj marca las horas y minutos por medio de dos elegantes agujas que parten del centro, mientras que los segundos, como se estilaba en aquel entonces, suceden en punto de las 6 horas. Igualmente, la pieza data de 1907, y posee un carátula Grand Feu sumamente extraordinaria.